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El mercado estival de fichajes de 2017 pasará a la historia por haberse dado un hito histórico a raíz del fichaje de Neymar por el PSG a cambio de 222 millones de euros (su cláusula de rescisión) . Así las cosas, el traspaso del atacante brasileño se convierte en la adquisición más cara de la historia del fútbol superando los 120 millones pagados por el Manchester United en el verano de 2016 por Paul Pogba.
Una incorporación la de Neymar por el conjunto parisino que ha supuesto toda una revolución en el mercado estival ya que la venta de uno de los mejores cracks del planeta fútbol hará caer piezas de los grandes equipos como si fueran fichas de dominó. En definitiva, tras la venta del brasileño por parte del Barcelona habrá un constante e inesperado cambio de cromos en las próximas fechas entre los mejores clubes europeos.
Por otra parte y si nos centramos en el apartado meramente futbolístico, la llegada de Neymar al PSG supone para el brasileño el reto de hacer emperador de Europa a un equipo cargado de talento que bajo su liderazgo está obligado a alcanzar cotas más altas.
En este sentido, el reto de liderar nuevo proyecto deportivo abre una vía para competir de tú a tú, en el ámbito de clubes, con su ex compañero y amigo Lionel Messi. Por lo tanto, el fin de la MSN (Messi, Suárez y Neymar) hace que la pugna por el cetro del balón de oro (con Cristiano Ronaldo, Neymar y Messi liderando cada uno un proyecto deportivo) se habrá aún más haciendo que la Champions League sea la principal jueza de la elección del ganador.
En cuanto al papel en el entramado táctico de Unai Emery, entrenador del París Saint Germain, Neymar ocupará el lado izquierdo del ataque en el 4-3-3 compartiendo parcela ofensiva con Edinson Cavani y Ángel di María o sus compatriotas Dani Alves o Lucas Moura. 
De esta forma, la llegada de Ney al PSG, donde será el segundo jugador mejor pagado del mundo (tras Carlos Tévez que cobra 40 millones de euros por campaña) con una ficha de 30 millones por curso, supone un auténtico terremoto en el mercado futbolístico cuyas consecuencias serán visibles en próximas fechas. Una llegada que en el plano futbolístico hace que el equipo francés esté prácticamente obligado este año a ganar la Champions League.
