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El dorsal. Ese elemento deportivo era el número utilizado desde los orígenes del fútbol para identificar a cada jugador y que se repartía en función de la posición en el campo fue evolucionando hasta ser un distintivo de cada futbolista y convertirse en un número legendario por el relevo generacional de sus portadores.
Por lo tanto, el peso específico de cada dorsal varía en función de los equipos. De esta forma, nos podemos encontrar que el “7” es un número legendario en el Real Madrid al haber sido portado por jugadores de la talla de Juanito, Butragueño, Raúl o Cristiano Ronaldo. Otro número mítico por la misma razón es el “10” en el Barcelona gracias a las hazañas de los Maradona, Rivaldo, Ronaldinho, Messi y compañía.
En este sentido, el “10” fue desde su origen el dorsal que identificaba al enganche entre la media y la delantera, distinguía al portador de la magia creativa.
Un número y una categoría de sus portadores que acabó por convertir al “10” en legendario dentro de la Juventus de Turín. Una dinastía de magos del balón bianconeri (Platini, Roberto Baggio, Del Piero,Pogba) que, bajo el amparo de la familia Agnelli, acabaron por hacer de este número un dorsal mítico gracias a sus hazañas en el terreno de juego que reportaron triunfos y trofeos que sirvieron para aumentar la grandeza de la todopoderosa Juventus.
Por lo tanto y en relación a sus portadores, todos ellos destacaron por su enorme talento con el balón en los pies, por su desparpajo, definición, carisma y juventud a la hora de defender lo por primera vez. Cualidades que posee el que parecia el nuevo heredero de este dorsal que llega a Turín procedente de Florencia a cambio de 40 millones de euros, habilidades que atesora Federico Bernardeschi.
Así las cosas, este joven jugador transalpino es la última escultura cincelada futbolísticamente en la ciudad del Renacimiento hasta el punto de ser el mayor talento italiano de la actualidad que aspira a liderar la próxima hornada de la selección azurra.
Sin embargo, Bernardeschi rechazó el “10” para portar el “33“. Aun así y cuando la familia Agnelli parecía perder en su afán de volver a otorgar su mítico “10” a un jugador tocado por la varita de la magia y el talento, el destino ha querido que así sea al escoger dicho dorsal la estrella del equipo: Paulo Dybala. De esta forma, con el cambio de dorsal del argentino (pasa de portar el “21” por el “10”), la escuadra bianconera vuelve a ceder ese dorsal a un futbolista capaz de seguir escribiendo con letras de oro la historia de la Juventus de Turín.
