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Después de ver como Holanda caía eliminada en la fase de grupos ayer llegó el verdadero sorpreson de esta Eurocopa. Eran las semifinales, Italia- Alemania un partido donde no hay favoritos a priori entre las dos mejores selecciones, por historia, europeas.
Sin embargo, esta vez la historia era diferente. La razón es que el combinado teutón es un equipo fuerte, solido y con una gran calidad que nos hacia prever que su pase a la final sería un mero tramite. A pesar de ello, el fútbol es imprevisible para y es un especialista en romper la lógica. Enfrente el rival de los alemanes, Italia es el maestro para este tipo de situaciones.
Arrancó el partido con una Alemania volcada y que a punto estuvo de adelantarse por medio de Podolski pero su remate lo sacó sobre la línea Pirlo. Él fue el artífice de la victoria y del cambio de estilo de la azzurri en el campo ya que las ideas son de Prandelli. Los transalpinos tardaron en empezar a jugar lo que le costó a Pirlo atarse las botas para que Italia comenzase a jugar teniendo el balón y con llegadas peligrosas.
Una finalización de la que se encargaron Cassano y Balotelli. Fue la gran conexión de Italia. Talentino nos recordó a aquel jugador que se desato en la Sampdoria con sus internadas, sus goles y pases. Fue precisamente una internada del genio la que permitió a Balotelli hacer el primero. Alemania quedó noqueada como un boxeador después de un duro golpe los teutones no vieron el siguiente golpe mortal tras el ciclón creado en Italia a raíz del gol en un balón que le volvió a quedar en los pies de Súper Mario Balotelli que sólo, se lanzó hacia el marcó de Neuer dejando al portero como un espectador más viendo como el balón se colaba en la portería. Al estilo de los dibujos animados.
Alemania entraba cadáver al descanso y el cirujano Low no supo ver que su equipo necesitaba dos corazones para sobrevivir, cambio órgano por órgano y pieza por pieza, entraron Klose y Reus pero su profundidad no cambio un partido con una Italia bien plantada y con el control del partido.
La Mannschaft lo intentó pero la pólvora estaba mojada y los huecos dejados casi pudieron costarle salir goleada, sin embargo, D Natale estuvo benevolente y permitió a los alemanes salir de la Euro con la cabeza alta gracias al penalti en el ultimó suspiro de Ozil tras mano de Balzaretti.
Italia daba la sorpresa y Alemania, el gran equipo al que todos daban en la final y hasta campeón tuvo que resignarse a la superioridad transalpina que a pesar de haber cambiado su estilo de juego sigue siendo la misma potencia mundial capaz de matar a cualquiera y por eso se metió en una final donde le espera el último equipo que los echo de la Euro, España.
