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Ucrania y Suecia se enfrentaron en Kiev en el debut de la segunda anfitriona ante su público. Aun así, el duelo se traslado a la rivalidad de los dos capitanes. Shevchenko ante Ibrahimovic o lo que es lo mismo pasado contra presente se disputarían la victoria en la capital de el país organizador. El duelo nos daba de entrada como vencedor al sueco pero con lo imprevisible que es el fútbol el final nos dejó la sorpresa.
Comenzó bien Suecia con un fútbol asociativo pero que pecaba en exceso de la responsabilidad de que todo el juego pasase por su estrella. Una situación que puede convertirse en un problema si los nórdicos no empiezan a jugar sin que todos sus ataques pasen por Zlatan. Un hándicap que deben superar si quieren llegar lejos en una euro que tras su derrota se les pone muy difícil el llegar a cuartos.
No parecía que la derrota se fuese a dar para los suecos que con Zlatan perdonaron a los ucranianos con un remate del 10 al palo que hicieron temer lo peor en las gradas del Olímpico de Kiev y que se consumaron con el gol del jugador del Milán en el 55. Antes sólo Yarmolenko y Konoplyanka inquietaban el marco de Isaksson.
Sin embargo, tres minutos después del gol de Ibrahimovic emergió el invitado inesperado, el gran zar ucraniano venido a menos, el gran Andreiy Shevchenko. El nueve de los de Blokhin entró en el equipo por galones por que todo indicaba que seria suplente pero el no quería perderse su cita, su Eurocopa en casa y en el 55 comenzó su lección de futbol cuando remato un centro desde la izquierda al fondo de las mallas. La culminación llegó en el 62 cuando el zar recupero definitivamente su trono cuando se adelanto ganándole la espalda Zlatan en un córner donde Sheva llegó al primer palo para colar el balón por el único hueco posible, entre el defensa y el palo para consolidar su lección de que los años pueden hacerte perder velocidad pero te hacen ganar cabeza.
En el otro choque del grupo Inglaterra y Francia nos dejaron un duelo descafeinado donde Hodgson plantó un equipo compacto cuando este generaba muchas dudas antes de saltar al césped y que se adelantó con un cabezazo de Lescott tras una falta botada por Gerrard y Francia consiguió empatar por medio del díscolo e irregular Nasri que logró empatar un partió en el que en su celebración mando callar a los críticos que lo tildaban de jugador secundario y que con dicho tanto asume el reto de dar un paso en su carrera para ser un jugador importante y liderar junto a Benzema, que ya es el líder del equipo, la nueva Francia de Blanc.
