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1 de marzo de 2017. Ese día ya ha quedado marcado en la historia del Barcelona tras anunciar Luis Enrique, en la rueda de prensa tras la victoria ante el Sporting de Gijón, que esta será su última temporada al frente del banquillo azulgrana. Una decisión que como afirmó el técnico asturiano está motivada por el “desgaste” de su cargo, en el que “lo doy todo. Esto significa muy pocas horas de descanso, de desconectar. Llegado el final de temporada, me va a venir bien descansar.”
27 de abril de 2012. En esa fecha Pep Guardiola anunció que a final de esa temporada dejaba de ser el entrenador del Barcelona debido, como él mismo manifestó, a que “cuatro años desgastan mucho y es la razón por la que hace meses que ya sabía que no iba a continuar “.
Dos decisiones tomadas por ambos, con cinco años de diferencia, pero por una misma razón; el desgaste. Una forma de actuar que en el caso de ambos se produjo tras anunciárselo previamente a una directiva a la que, a principio de campaña, ya habían dejado en el aire su continuidad.
Aun así, ese no ha sido el único punto en común ya que ambos entrenadores decidieron anunciar su salida del club meses antes de terminar el curso deportivo tras haber estado deshojando la margarita de su adiós a lo largo de la temporada. Una decisión donde, en el trasfondo de la misma, en ambos técnicos también se observa otro elemento en común: el deterioro de su relación con la plantilla.
En el caso de Guardiola, la apatía de algunos futbolistas cansados de una exigencia extrema diaria y las malas relaciones con alguno de sus fichajes (caso Cesc Fabregas, por ejemplo) propiciaron un adiós que, de no haberse producido en ese momento, hubiera podido generar en un deterioro irreversible tanto del entrenador como de la plantilla y del club.
En el caso de Luis Enrique, los problemas cada vez más evidentes en la construcción de un juego indestructible por parte de los rivales, la derrota por 4-0 frente al PSG, el desacierto en los fichajes realizados este curso o la falta de sintonía con jugadores como Aleix Vidal o Ivan Rakitic hacían entendible y necesaria su salida del club antes de generarse una crisis deportiva en los diversos estamentos del conjunto barcelonista.
Además de estas coincidencias, en el bagaje deportivo de ambos técnicos también hay similitudes ya que Guardiola consiguió 7 títulos en cuatro años y Luis Enrique lleva 8 trofeos (podrían ser 10 en caso de ganar las tres competiciones de este curso) en tres campañas.
Sin embargo, no sólo en la salida del club y en los éxitos deportivos hay similitudes ya que su formación también se produjo en circunstancias similares. En el caso de Guardiola, el técnico de Santpedor llegó al primer equipo tras triunfar en el filial. Por su parte, Luis Enrique alcanzó dicho puesto tras su paso por Roma y Vigo después de haberse formado como técnico al frente del segundo equipo azulgrana.
En definitiva, las carreras como técnicos de Guardiola y Luis Enrique parecen haber transcurrido por la misma senda tanto en el proceso previo a ser entrenador del Barcelona como en su periplo en Can Barça. De esta forma y tras conocer la trayectoria de ambos profesionales, sólo queda la duda de como continuara la carrera del técnico asturiano ya que Guardiola se tomó un curso sabático antes de dirigir a Bayern Múnich y Manchester City.
En este sentido, se presupone que debido al “desgaste” Luis Enrique se tome, al menos, una temporada de descanso dejando en el aire de si su siguiente paso será el mismo que su homólogo catalán, dirigir un grande de Europa. Una decisión que sólo Luis Enrique conoce y que el resto del mundo futbolístico debe esperar a que se produzca en el futuro para determinar si sus carreras como entrenadores siguen siendo similares.
