El Borussia Dortmund ha sido en las últimas temporadas un equipo muy apreciado por los amantes del balompié por su ideario de juego basado en un ataque alegre a través del buen trato del esférico mediante la combinación del pase y la velocidad. Una base táctica que han utilizado los últimos inquilinos del conjunto alemán como Jurgen Klopp, Thomas Tuchel o actualmente Peter Bosz.
Dicha forma de entender el juego por parte del conjunto de Dortmund también ha sido bañada en oro como muestran las bundesligas ganadas en temporadas 2010-11 y 2011-12, las copas de Alemania obtenidas en 2012 y 2017 o haber sido finalista de la Champions en el curso 2012-13.
Dejando a un lado los registros alcanzados por el cuadro alemán y centrándonos en la actualidad, el Borussia Dortmund es un equipo que, fiel a una idea de juego como seña de identidad en las últimas campañas, entregó a Peter Bosz las riendas del equipo tras su buen curso pasado en el Ajax y por su filosofía basada en el juego asociativo para lograr el triunfo.
En este sentido y analizando el esquema de juego de los de la cuenca del Rhur, el Dortmund es un equipo mantiene el 4-3-3 pero que ha mejorado este año su seguridad defensiva, cuya escasa incidencia en el juego el curso pasado le llevó a ser una escuadra muy irregular a lo largo de la temporada.
Para este curso, Peter Bosz ha añadido un ataque basado en la presión alta tras perdida para contragolpear con velocidad o crear ocasiones mediante la asociación de una plantilla joven y cargada de talento.
De esta forma y, si nos centramos en cada línea o parcela del campo, la portería sigue estando defendida este año por Roman Burki. Un arquero de gran agilidad y reflejos que gracias a su talento y a la aportación en esta temporada de la línea defensiva le han llevado a ser en la presente campaña el arquero que ha estado más tiempo imbatido (516 minutos hasta el gol que encajo en la goleada de su equipo al Monchengladbach 6-1) de las grandes ligas.
En cuanto a la defensa, esta ha mejorada en seguridad defensiva gracias a que defienden sin mirar atrás y sacando el balón jugado así como al constante trabajo para cerrar los huecos en los ataques del rival. Una situación a la que también han contribuido la llegada del lateral izquierdo Jeremy Toljan procedente del Hoffenheim, el joven defensor francés Zagadou o del central turco Ömer Toprak (uno de los mejores de la Bundesliga) procedente del Bayer Leverkusen. Una zaga donde se mantiene como líder el griego Sokratis.
Por su parte, el medio campo sigue estando sustentado por el joven Julian Weigl que ejerce de ancla y primer distribuidor de juego (quien puede ser sustituido por Nuri Sahin) acompañado por hombres como el hispano alemán Gonzalo Castro (quien puede ser remplazado por el “jugón” Dahoud) que destaca por su apoyo en labores defensivas sin olvidar su buen llegada a las zonas calientes del ataque. Una línea de medios que cierra Mario Gotze que tras superar su trastorno metabólico ejerce de creador aunque sin descuidar su talento en la mediapunta por detrás del 9 en la que se ubica con asiduidad a lo largo de los encuentros.
Por último, la línea de tres de ataque está compuesta por el joven Maximilian Philipp en el flanco izquierdo, en el que reemplaza al lesionado Reus, y que está viviendo en su debut en el equipo un gran momento y que destaca por su velocidad y olfato goleador (el alemán puede ser sustituido por Pulisic). En cuanto a la zona derecha del ataque, esta la ocupa el ucraniano Andriy Yarmolenko que destaca por su personalidad y gran capacidad para asistir y marcar goles que llega del Dinamo de Kiev para sustituir a Dembélé aunque no tiene la velocidad del francés.