Lionel Messi regresa a su trono. El jugador argentino fue designado el pasado 24 de septiembre como el mejor jugador del mundo para la FIFA. Una designación con la que Messi es el The Best de 2019 para el mundo del fútbol ya que ganó con rotundidad en las votaciones de jugadores y seleccionadores.
Con la elección del astro argentino como mejor jugador de 2019 también se regresa al duopolio Messi-Cristiano (campeon de 2017 y tercero esta edición) como mejor jugador del planeta tras el breve reinado de Luka Modric (2018) cuando se esperaba la elección de Virgil Van Dijk (segundo este año) como The Best tras haber sido designado el Mejor Jugador de Europa en 2019 por la UEFA.
Centrándonos en la eleccion de Messi como The Best 2019 (primero que recibe tras el cambio de nombre por parte de la FIFA), su victoria se cimenta en la elección compañeros y tecnicos por encima de los criticos (prensa especializada) para quienes Van Dijk era su mejor jugador.
Un premio que deja en el aire un aroma a reconocimiento del talento y la capacidad de decidir. Cualidades que el argentino encumbra en todo su esplendor para ser,posiblemente, el jugador más determinante del planeta fútbol. En este sentido, la presencia de Lionel Messi en el campo se convierte en un factor diferenciador que le hace ser un arma letal para sus rivales.
El gen ganador envuelto en talento innato que posee el argentino le ha llevado a ser de nuevo elegido como el mejor astro del del planeta balompédico añade un plus en su currículum de meritos en su candidatura, en lo que a debate futbolístico se refiere, para ser considerado como el mejor jugador de la historia.
Volviendo a los meritos que han llevado a Messi ha ser elegido como The Best, estos se sustentan en sus estadisticas personales ya que, en lo colectivo, el argentino sólo logro mantener la hegemonía del Barcelona en la liga española, por tercer año consecutivo, en un año marcado por las decepciones de la final de Copa del Rey perdida ante el Valencia y, sobretodo, la humillante eliminación en Champions ante el Liverpool. Además, firmó con Argentina una gris Copa América donde cayó en semis ante Brasil.
Un curso pasado decepcionante en lo colectivo que, sin embargo, no afecto a su contribucion personal ya que el argentino mantuvo su nivel de excelencia con la consecución de la bota de oro, gracias a volver a ser el premio Pichichi en liga (igualó a Zarra con seis trofeos) con 36 tantos amén de ser el máximo artillero de la Champions con 12 dianas.
Con el brillante papel realizado el curso pasado, donde volvió a vestirse de máxima estrella ofensiva del planeta fútbol, Lionel Messi (ganador de las tres últimas botas de oro) vuelve a levantar otro trofeo de mejor jugador del planeta cuatro años despues (fue premiado con el Balón de Oro en 2015).
En definitiva y, a la espera de ver que pasa con el Balón de Oro (Van Dijk es favorito al votar sólo periodistas), Messi vuelve a ser ungido como el astro principal del planeta fútbol, vuelve a ser elegido por su profesión como su mejor jugador, vuelve a seguir coleccionando trofeos con los que seguir alimentando un currículum que le convierte en uno de los grandes favoritos para imponerse en la pugna por ser el Dios de Dioses del Olimpo futbolístico.