Después de un fin de semana donde se han producido en el mundo del fútbol algunos de los grandes duelos en las diferentes ligas, la sorpresa se ha originado con los grandes giros en la tradición de dichos encuentros donde el equipo que en teoría partía con desventaja, en función de los números cosechados en sus últimos enfrentamientos entre ellos, consiguió darle la vuelta a dicha situación para recuperar su hegemonía en el cómputo global.
En Inglaterra se jugaba el duelo de Manchester, el enfrentamiento entre el United y el City en casa de estos últimos era el partido más atractivo que se jugaba este fin de semana en la liga inglesa. Para esta temporada ambos equipos han contratado nuevos entrenadores, nuevos proyectos para volver a la gloria. En un proceso de creación de un modelo de juego en ambos clubes, los locales del Manchester City consiguieron la victoria para volver a sentarse entre los aspirantes al trono inglés y recuperar la hegemonía en su ciudad.
El 4 a 1 con el que los de Manuel Pellegrini consiguieron la victoria incontestable ante su rival gracias a un gran juego ofensivo basado en el toqué y las transiciones rápidas en donde resultaron fundamentales el español Jesús Navas así como el argentino Sergio Agüero defendidos desde la retaguardia por el brasileño Fernandinho y el marfileño Yaya Toure fueron un auténtico vendaval para un Manchester United en el que sólo Rooney fue capaz de dar la cara tirando del equipo y anotando un magnífico gol de falta directa.Los de Manuel Pellegrini recuperaron con esta victoria las sensaciones que ya tuvieron hace dos temporadas cuando se hicieron con el título y asaltaron Old Trafford con un uno a seis que resultó una afrenta para el Manchester United.
En Italia se dio el derby de la capital que enfrentaba a la Roma, que ejercía de local, ante la Lazio. En juego mucho más que tres puntos ya que el partido entre las dos escuadras enemigas representan mucho más para ellos compartido, la victoria de unos sobre otros los mantienen como los auténticos dueños de la ciudad hasta el siguiente enfrentamiento entre ellos. Sin embargo, esta temporada dicho partido tenía mucha más relevancia que en temporadas anteriores ya que tras la derrota cosechada por la Roma ante la Lazio en la final de la copa de Italia de la temporada pasada, dónde el club lacial ganó por un gol a cero conseguido por Candreva, la Roma estaba obligada a ganar para ahuyentar a los viejos espíritus y sentimientos que se habían instalado en Roma.
Además, el gran arranque del cuadro dirigido por el francés Rudy García con tres victorias en tres partidos les hacía llegar en un momento de euforia óptimo. Por ello, y tras el gol de Balzaretti mediada la segunda mitad ponía de manifiesto que el cambio sea instalado en la capital. Sus lágrimas tras anotar dicho tanto nos muestran que ese gol no representa la victoria en un partido más, representa quién es el mejor equipo en una rivalidad histórica, un duelo que enfrenta a jugadores, aficiones, directivas hasta el punto de dividir a la ciudad italiana en torno a un balón. El sello en el último momento que puso el serbio Ljajic sirvió para confirmar que la Roma está de vuelta.
En Holanda también se dio una vuelta de tuerca a la situación de los grandes de la liga el PSV y el Ajax. Si la hegemonía actualmente del fútbol del país de los tulipanes pertenecía al conjunto de Amsterdam que ha ganado tres ligas consecutivas y que se hizo con la última tras una victoria fundamental en la jornada 30 por dos goles a tres ante los que en Ehindoven en que prácticamente le selló el vale para poder levantar el título, el conjunto dirigido por Philipp Cocu necesitaba volver a ganar para echar del trono holandés al Ajax. Los de Amsterdam que venían de salir derrotados del Camp Nou barcelonés por cuatro goles a cero y con una imagen muy dañada antes del clásico de la Eredivise, cayeron en el pozo del ostracismo a repetir idéntico resultado ante su máximo rival en el torneo doméstico que lo obligan a dejar la parte alta de la clasificación en donde se erige y se sienta por primera vez esta temporada el PSV.
En definitiva, grandes partidos en el que escuadras con una larga tradición de rivalidad se han vuelto a ver las caras pero el resultado no ha sido el que marca la historia, en un mundo futbolístico donde los cambios son más posibles que en otros ámbitos de la sociedad, los equipos que estaban en la sombra dieron un golpe en la mesa para volver a sentarse en el trono y recuperar el centro de mando de la ciudad o del país.