Acabada la etapa de Mourinho en el conjunto blanco se abre paso a una nueva era: La de Ancelotti.
Con el técnico italiano arranca un nuevo Real Madrid, un nuevo proyecto con un nuevo estilo de juego y con una premisa que continua tras el portugués; la apuesta por la juventud pero con una diferencia, se le ha puesto a este nuevo modelo el sello de la marca España.
Sí, cuando Florentino Pérez llegó al sillón presidencial quería volver a crear un Real Madrid campeón. Sin embargo, para ese nuevo proyecto el empresario madrileño comenzó con una fuerte apuesta con galácticos como Kaká o Cristiano Ronaldo con los que ilusionar y dar un golpe de efecto que, aunque se consiguió, alcanzó sus cotas más altas con Mourinho y su apuntalamiento del mismo con jóvenes jugadores de calidad llamados Di María, Ozil, Khedira, Modric o Varane.
El luso plasmó el triunfo a través de un juego basado en el contraataque y la velocidad teniendo en Cristiano Ronaldo su pilar. Sobre él que se acoplaron esas piezas de alta tecnología llamadas Ramos, Ozil, Marcelo, Alonso, Diego López, Khedira, Modric, Varane y hasta Casillas en un principio. Con Mourinho se ganó la copa tras 20 años, se volvió a conquistar la liga en plena era Guardiola y, sobretodo, logró volver a ser uno de los grandes de Europa por méritos propios y no por palmares.
Su fallo, su primer gran lunar fue el vestuario. Finalizó su etapa blanca logrando algo en lo que no había fallado en toda su historia como manager; la ruptura con sus jugadores puesto que en el Chelsea, Inter u Oporto sus futbolistas morían por él.
Esa fue la única, gran y principal razón que encontró Florentino para reemplazarle por un viejo sueño suyo, Carlo Ancelotti. Él representa un nuevo modelo de fútbol, diferente donde se mezcla la posesión, la velocidad, el fútbol de ataque con la pausa. Pero, en realidad él representa la unión, que junto a Zidane, tiene como misión alcanzar para lograr el ansiado éxito que en Chamartín pasa por ganar la ansiada Décima.
Con este punto ya asentado, Florentino Pérez quiere que su proyecto no sólo alcance el éxito sino que esta vez lo haga con un seño de identidad. Por ello, su última apuesta por seguir fichando jóvenes de calidad mira hacia un frente claro, el joven español. La llegada de Isco, el regreso de Carvajal, el asentamiento de Morata, el posible ascenso al primer equipo de Jesé o la más que posible llegada de Illarremendi dotan a este nuevo proyecto de ilusión, de calidad, de cantera, pero sobre todo de una marca: el joven español.