clicdeporte Las mejores historias de fútbol en una web
La jornada futbolística de ayer en España estaba destinada a la Copa del Rey. Se iban a enfrentar los cuatro mejores equipos de la pasada campaña por un puesto en la final.
Abría las eliminatorias de semifinales el choque del derbi madrileño. El Real Madrid y el Atlético de Madrid se veían las caras en el Bernabéu bajo una enorme tensión en la lucha por acceder al partido por el título.
Desde el comienzo se vislumbraron dos divisiones en lo que al planteamiento del partido se refiere. Los locales querían un partido caracterizado por el juego controlado y las incursiones por todo el frente del ataque para hacerse con el dominio del partido y la eliminatoria. Por su parte el conjunto colchonero deseaba un enfrentamiento basado en el juego de choque, en el duelo físico y en definitiva en una película de peleas callejeras. Si tuviéramos que ponerle un título al partido bien podría ser el del West Side Story donde el duelo entre las dos bandas rivales de la ciudad podría reflejarse en el estilo de juego planteado por los hombres de Diego Pablo Simeone como se demostró en la lucha continua de Diego costa con la defensa blanca donde sólo Pepe y Arbeloa podrían formar parte de dicho film. Por su parte, el estilo planteado ayer por el Real Madrid refleja como la historia de amor de dicha película supera el enfrentamiento entre bandas. El conjunto blanco dejo a un lado la lucha barriobajera para centrarse en llevarse el partido de la eliminatoria con un contundente 3-0 que, a pesar de que dos goles llegaron como consecuencia de un desvío de la defensa, refleja claramente el control en todas las líneas y en todas las facetas del juego por parte de los de Ancelotti.
En la otra semifinal asistimos a una película totalmente diferente. Si tuviera que asemejarse con algo sería con un monólogo catalán porque fue el Barcelona quien se llevó el gato al agua.
El partido comenzaba con un planteamiento en el que los locales querían lavar la imagen dada en la última derrota ante el Valencia mientras que la Real Sociedad planteaba un esquema defensivo con el 5-3-2 donde los donostiarras querían aguantar las embestidas de los azulgranas para matarlos a la contra con sus dos puñales de referencia; Carlos Vela y Antoine Griezmann.
El inicio reflejó fielmente eso ya que el Barcelona comenzó acusando la puerta de Zubikarai y la Real Sociedad buscaba adelantarse en el marcador con contra rápidas donde Pinto tuvo que salvar a su equipo de encajar el primero.
Ésa fue la tónica general de la primera parte donde el Barcelona potenció aún más ese acoso a su rival hasta tal punto de que en el final de la primera parte todo se revolucionó.
El árbitro ejerció de censor ante los pitidos del público que quería un cambio. El decidió que la Real Sociedad no debía de adelantarse en el marcador ya que olvidó pitar un claro penalti de Mascherano a Carlos Vela. En la jugada siguiente el Barcelona se adelantó con un gol de Sergio Busquets que acabó con el partido ya que Iñigo Martínez era expulsado por sus continuas protestas al trencilla.
La segunda parte continuó dicho monólogo pero con mayor facilidad para los azulgranas que vieron como espectadores de lujo el momento “tonto” del partido en el despeje de Elustondo que chocó en su portero para acabar en el fondo de las mallas. La Real Sociedad se había disparado en el pie para finiquitar el partido y quién sabe si la eliminatoria.
En conclusión, aunque en ambos partidos se vieron estrategias y películas diferentes ambos tienen su punto en común. Los dos grandes de España por tradición dejan prácticamente sentenciadas las eliminatorias de semifinales para citarse en la futura final por el reinado copero.
