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La selección de futbol de Dinamarca ha vuelto a ser noticia estos días por un hecho curioso ya que la Federación danesa disputará los dos próximos partidos (el jugado esta noche ante Eslovaquia y su debut Liga de las Naciones frente a Gales) con parte de su plante formado por jugadores de fútbol sala, concretamente seis.
Un hecho insólito que tiene su razón de ser en la guerra abierta existente entre los directivos de la Federación y los futbolistas profesionales por los derechos de imagen. Una situación en la que estos últimos se han negado ha jugar hasta que se resuelva el cisma existente.
Por lo tanto, la convocatoria para estos dos partidos esta formada por jugadores del fútbol amateur y los jugadores de fútbol sala Christopher Haagh, Victor Hansen, Adam Fogt, Christian Christensen, Kevin Jorgensen y Louis Veis.
Una selección donde ya en el primer encuentro ante Eslovaquia ha sido ya histórica al jugar, por ejemplo, de titular el portero de fútbol sala Christopher Haagh. Un debut que no ha podido solventarse con triunfo ya que cayeron ante Eslovaquia por 3-0 en un duelo que ha estado marcado por la gran diferencia de calidad entre ambas selecciones donde se ha notado las distintas categorías entre unos jugadores y otros.
Ahora, dicha lista de convocados se enfrentará a Gales en el inicio de la Liga de las Naciones donde este “especial” combinado parte con una mezcla de ilusión y sorpresa en un gran torneo donde el espejo en el que mirarse esta en la Dinamarca que fue campeona de Europa en la Eurocopa de 1992.
Un cierto símil entre esta selección y la de los noventa por las circunstancias especiales que rodean ambas situaciones ya que la de 1992 fue construida a toda prisa para la competición tras ser llamados por la Uefa para sustituir en el torneo a Yugoslavia, envuelta en la guerra de los Balcanes.
Dicha convocatoria pilló por sorpresa a todos los futbolistas donde muchos de ellos estaban de vacaciones y se les hacia muy complicado “volver a pensar en el fútbol estando en la playa “como muchos reconocieron.Sin embargo, consiguieron cambiar el chip para competir en un torneo del que salieron, contra pronóstico, campeones en una de las grandes gestas de la historia del fútbol.
Una Dinamarca de 1992 que es el espejo en el que se debe mirar “este especial e insólito” combinado actual para creer en sus opciones a pesar de su teórica inferioridad. Un pasado glorioso donde independientemente de lo que ocurra en la Liga de las Naciones (hasta la solución del conflicto por los derechos de imagen), Dinamarca ha vuelto a escribir otra página insólita en la historia del fútbol mundial.
