Los dos goles más importantes de la historia del Chelsea llevaron su firma. Drogba marco en el descuento de la final ante el Bayer de Munich el gol que forzaba los penaltis así como el lanzamiento decisivo desde los 11 metros que le daba al equipo londinense su primera y única copa de Europa. Además no llega solo para enfrentarse a Mourinho ya que junto a él viene Sneijder, un jugador al que “revivió” el técnico luso, que fue el artífice de la clasificación del Galatasaray y en el último suspiro en su gol ante la Juventus.
Pero no sólo Drogba y Sneijder son el Galatasaray que cuenta con la aportación ofensiva de Burat Yilmaz, la capacidad de creación de Selcuk Inan o el trabajo destructivo de hombres como Felipe Melo o Chedjou. También los laterales, Eboue y Riera, aportan tanto en defensa como en ataque aumentando el rendimiento de un equipo que a pesar de tener buenos jugadores tiene cierta fragilidad defensiva y poco fondo de banquillo.
Un problema del banquillo que no tiene el Chelsea y que cuenta con gran cantidad de jugadores tanto en defensa (Terry, Cole, Ivanovic) como en ataque (Hazard, Oscar,Mata, William) pero al que le falta un organizador ya que ni Lampard ni Ramíres lo son y el equipo sufre cuando debe atacar en estático ya que su principal arma es la contra y la capacidad de asociación ofensiva en las postrimerías del área rival. En su contra también juegan los despistes defensivos que le cuestan a menudo muchos goles.
En definitiva, muchos pros y contras en ambos equipos que, aunque den ventajas que si por mayor potencial técnico, deja la eliminatoria muy abierta a futuras sorpresas.