30 de junio de 2022. Esa es la fecha hasta la que el Real Madrid ha extendido el contrato de su lateral izquierdo titular, Marcelo Vieira, tal y como anunció el pasado 13 de septiembre el conjunto madrileño.
La prolongación de la duración del vínculo entre el brasileño y el club blanco se debe principalmente al rendimiento de Marcelo en el equipo que le ha llevado alcanzar el nivel de uno de los mejores, sino el mejor, laterales izquierdos del mundo. Una visión que también tiene de él su compatriota Roberto Carlos.
Echando la vista atrás hasta la llegada del brasileño a la escuadra madrileña, esta se produjo en el mercado invernal del año 2006 cuando el Real Madrid, presidido por aquel entonces por Ramón Calderón, pago al Fluminense 6 millones de euros por su pase.
Así las cosas, el club blanco incorporaba en enero de 2006 al denominado “sucesor de Roberto Carlos” por parte de la prensa brasileña. Dicha definición del lateral se debía principalmente a su tendencia por sumarse al ataque con insistencia, una cualidad que llevó al equipo de Chamartín a dudar si incorporarlo al filial o al primer equipo debido a sus continuos descuidos defensivos.
Finalmente, la dirección deportiva del Real Madrid apostó por darle un puesto en la primera plantilla como suplente de su ídolo Roberto Carlos, un jugador vital para su carrera hasta el punto de convertirse en su sucesor bajo el tutelaje del propio “3” blanco. De esta forma y tras la salida del su compatriota en junio de 2007, Marcelo se quedó con el puesto de lateral izquierdo titular en el Real Madrid.
A día de hoy, el brasileño lleva más de una década como “tres” del equipo madrileño. Un periodo donde ha ido puliendo sus defectos en defensa (tan criticados al principio) como en ataque donde se ha convertido en un elemento ofensivo más del equipo.
En cuanto a la contribución ofensiva del carioca al equipo, esta ha propiciado que, en demasiadas ocasiones, haya tenido más éxito que sus compañeros ofensivos en determinados momentos del partido por convertirse en un “interior o extremo izquierdo”. Un apoyo al ataque blanco que por partir desde zonas defensivas hace que no sea conceptuado como peligro principal por las zagas rivales.
En conclusión, la renovación de Marcelo certifica el premio a un lateral con alma de extremo, un defensor con un talento sus botas similar al de un mediapunta, un jugador que con los años se ha convertido por derecho propio en el “arma oculta del ataque blanco”.