Hoy parece que es el día de Cristiano Ronaldo. En este día se baña de oro al mejor jugador de 2013 y todo parece indicar que ese no es otro que el jugador luso. Hay muchos indicios que sitúan al astro portugués como el ganador del balón de oro de 2013, el último de ellos llegó ayer cuando en los actos preparatorios para la entrega del trofeo el brasileño Pelé afirmó que Cristiano Ronaldo sería el ganador del mismo.
Otros indicios han sido la presencia del jugador en la gala de Zurich, que él canal oficial de televisión del Real Madrid haya anunciado que emitirá la gala en directo, que el programa Tiki-Taka el cual hizo una encuesta con el 20,3% de los votantes y el saliera elegido así como que la FIFA a aumentar hasta después de la repesca para el mundial el tiempo para poder elegir al mejor jugador del mundo después de las desacertadas opiniones de su presidente Joseph Blatter hacen prever que no haya otro final posible.
Este sería su segundo balón de oro ya que el primero lo ganó en las filas del Manchester United siendo en aquellos momentos la estrella emergente del equipo y el niño más aventajado de la escuela de Alex Ferguson. Hoy acude a la gala futbolística convertido en algo similar a un héroe de la antigua Grecia, Ronaldo parece un Aquiles dotado de un cuerpo atlético que parece moldeado por un escultor con un martillo y un escoplo capaz de superar a todos en el terreno de juego. Esta vez quien no tiene bajo su protección es el rey Florentino Pérez cuyo poder e influencia en el mundo del fútbol se asemeja a la que tenía Agamenon en los tiempos donde el país heleno era el centro del mundo.
En cuanto a sus rivales, Cristiano parece haberse deshecho de Lionel Messi en la carrera por el balón dorado con la facilidad con la que se quita una mosca de la solapa, una superioridad que podrían encontrar su metáfora en el físico de ambos futbolistas ya que las lesiones y la nula presencia del argentino en este comienzo de campaña la dejan de dicho galardón.
El otro con el que se enfrenta el portugués no es otro que Frank Ribery cuyo principal aval son los títulos cosechados con el Bayer de Munich en la temporada de ensueño para el club bávaro. Todo parecía indicar que el francés era destinado a hacerse con el entorchado de 2013 sin embargo, los últimos meses de competición y los diferentes apoyos que ha cosechado el siete del Real Madrid en estos últimos meses de los diferentes estamentos futbolísticos llámese exjugadores, periodistas, directivos y aficionados le dejan prácticamente sólo en la rampa que el acceso al preciado botín.
Por ello, todo lo que no sea una victoria de Cristiano Ronaldo en la gala del balón de oro 2013 que se celebra Zurich parece una quimera, una situación irreal y ficticia que parece que no tendrá lugar. Él ha cambiado con respecto a ediciones anteriores donde la obsesión por ganar a Messi era una constante. A día de hoy parece haber aprendido a asimilar las dosis de humildad y la falta de ambición por un trofeo subjetivo. Unos elementos que le han hecho enfilar su trayectoria hacia el lugar donde el mundo del fútbol lo volverá presumiblemente a bañar de oro.