Corría el minuto 87 y medio cuando la defensa del Bayer de Munich había concedido un córner en los últimos minutos de la final de la Champions de 2012. El Allianz Arena ya celebraba el título de su equipo antes los los ingleses cuándo Mata votó el córner y el balón salió despedido al aire de Munich, Drogba estaba situado en la mitad del área y en un movimiento característico de hombre de área se deshizo de su marca y colocándose en el primer poste sorprendió a los zagueros rivales para cabecear con potencia y determinación un valor que forzaba la prórroga.
Con el pitido final de la prórroga había que ir a los penaltis y en la lotería de los lanzamientos desde los 11 metros habría que templar los nervios. En ese arte, el marfileño es todo un experto y en el lanzamiento definitivo coronó al Chelsea y como campeón de Europa y el alcanzo por fin su sueño europeo.
Marcado por una infancia de ida y vuelta en Francia viviendo con su tío futbolista, con una estancia entre medias en Costa de Marfil, Didier luchó por labrarse una carrera en el mundo del fútbol sin olvidar los estudios. La Universidad marcó su carrera futbolística cuando decidió definitivamente que lo suyo era el mundo del balón. Tras comenzar su carrera en un equipo semiprofesional, el Levallois SC, pasó a formar parte de Le Mans de la segunda división francesa, por su elección de estudiar contabilidad. Desde allí su carrera comenzó a crecer a pasos agigantados hasta llegar al olímpico de Marsella previo paso por el Guingamp.
El país del gallo se le quedaba pequeño a un nueve caracterizado por su garra, su lucha y su intensidad tanto para defender como para atacar en el partido. Unas cualidades de las que no estaba exenta una capacidad sobrenatural para rematar tanto con el pie, con la cabeza y perforar la meta rival.
Dichas cualidades gustan mucho a los técnicos que les gustan o físico y ofensivo como en el verano de 2004 cuando el entrenador de moda del momento, José Mourinho lo reclutó para las filas del Chelsea y pagando por el 24 millones de libras. Con el técnico luso se consagró como uno de los mejores nueves del momento echando todos los títulos a su alcance en Inglaterra y empezando a bañarse en oro a nivel individual como ocurrió en enero de 2007 cuando fue elegido rey de África tras cosechar su primer balón de oro africano como mejor jugador del continente en 2006.
Sin embargo el final de aquella campaña marco un antes y un después en el marfileño ya que la marcha del técnico portugués marco y estuvo a punto de dar por finalizada su etapa en el club londinense. Mourinho, un técnico caracterizado por cautivar a la mayoría de sus jugadores, supo ganarse el cariño del nueve africano hasta el punto de que este lloró al conocer su marcha y se planteó su salida del club porque sin él técnico de Setubal el proyecto deportivo no tenía sentido.
Entre medias estuvo con su selección en las dos únicas veces que han acudido a mundial en el 2006 en Alemania y en el 2010 en Sudáfrica. Fue precisamente la 2009-2010 cuando su éxito personal se hizo más evidente al volver a cosechar el balón de oro africano, así como otros seis premios individuales entre los que se encontraban el máximo artillero de la Premier, mejor jugador del Chelsea, mejor jugador africano por la BBC, elegido en el 11 ideal de la liga inglesa así como una de las 100 personas más influyentes del mundo según la revista Time gracias a su lucha por lograr la paz en Costa de Marfil con gestos como la petición a los rebeldes de dejar las armas o que se celebrase el partido de clasificación para la copa de África de 2008 ante Madagascar en Bouaké, una ciudad liderada por los rebeldes.
En el 2012 se hizo con la copa de Europa con el gol en el penalti decisivo ante el Bayern de Munich para días después marcharse al retiro dorado Shanghai Shenhua firma por 12 millones de euros por temporada pero dura media por los problemas económicos del club. En ese momento vuelve a caer ante Zambia en cuartos de final en la copa de África, un torneo que parece que se le va a escapar definitivamente.
Desde principios de 2013 hasta la fecha el jugador marfileño engrosa las filas del Galatasaray turco, donde dada su calidad es una de las máximas estrellas a pesar de su edad. Un Drogba que ha visto cómo desde su trono de sultán alejado del primer fútbol, salvo por la Champions League, su nombre y su trayectoria futbolística ha sido reconocida por la curía futbolística al nombrarle este año como el dueño del Golden Foot con el que el elefante marfileño entre bañado en oro entre para siempre en el Olimpo futbolístico.