22 de noviembre de 2014. Ésa será la fecha pasará a la historia como el momento en el que Messi superó a Zarra como máximo goleador del fútbol español. El día en que el argentino se sentó en el trono del rey del gol de la liga española gracias a sus 253 goles.
El genio argentino se regaló un hat-trick ante el Sevilla para celebrar su coronación como Rey Gol de la Liga. Un latigazo en una falta, la culminación de una jugada de Neymar y un zigzag personal fueron los elementos utilizados por Messi para entrar en la historia.
El argentino celebró dicho registro en “su casa, su Camp Nou”. El Barcelona celebró con “su Dios” ese momento, sus 253 goles en 289 partidos. Dos goles más que el gran Telmo Zarra, un goleador de otra época, que se dé su corona tras haber anotado 251 tantos en 277 encuentros.
El delantero miedoso representa el pasado de un fútbol físico y de contacto donde primaba el sacrificio por encima de la calidad que, aun así, era muy apreciada en los escasos talentos que surgían en el mundo del balón.
Por su parte, Lionel Messi representa el presente y el futuro. El argentino encarna el fútbol técnico y asociativo donde la calidad y el gusto por los pequeños detalles son tan apreciados como el descubrimiento del oro, la percepción de una obra de arte o de una piedra preciosa.
Ahora, tras superar al jugador vizcaíno, el gaucho argentino cabalga hacia El Dorado sin vislumbrar ningún enemigo en el horizonte más que el mismo
El menudo delantero se encuentra en el combate más difícil de su vida, el que lo enfrentará a su propia voracidad por alcanzar una cifra goleadora que lo encumbre como el Gran Rey Gol dentro de los anales de la liga española.