El 15 de abril de 2008 fue el día elegido por “O Baixinho” para dejar el fútbol, fue el momento en el que Romario da Souza Faria decidió que había llegado la hora de colgar las botas tras haber marcado más de 1000 goles durante su carrera.
Por aquel entonces, Sergio Agüero más conocido como el Kun, se encontraba liderando el ataque del Atlético de Madrid. El delantero argentino se había convertido en la estrella del equipo tras la salida de Fernando Torres y formaba dupla la goleadora con el uruguayo Diego Forlán.
El brasileño y el argentino son futbolistas de generaciones distintas cuyo punto de unión radica en su forma de entender el juego. Un símil que vieron grandes figuras del mundo del fútbol como César Luis Menotti, Jorge Valdano o, recientemente, Ronald Koeman.
Unas semejanzas que nacen y mueren en el talento futbolístico que sale de sus botas, una capacidad para inventar en espacios reducidos está puesta al servicio de su instinto asesino ante las metas rivales.
Esta voracidad de goleadora fue la que llevó al delantero brasileño a “aniquilar” el hábitat de los porteros rivales más de un millar de ocasiones. Brasil, Holanda, España y algunos países con ligas menores fueron los privilegiados de conocer el talento que desprendía “O Baixinho”.
Una dilatada carrera seguida desde la distancia por el delantero argentino al que Menotti bautizó como el Romario argentino cuando Sergio Agüero apenas contaba con 16 años de vida. El Kun se convirtió con los años en un jugador de dibujos animados (como declararía Valdano), en un futbolista que reinaba en el rectángulo llamado área rival.
En su lucha por perseguir la estela de Romario, el menudo atacante sudamericano dejó España para liderar el faraónico proyecto creado por el Manchester City. Él permitió al conjunto inglés volver a tocar la gloria de Inglaterra.
El 13 de mayo de 2012 fue el momento elegido por Agüero para convertirse en el primer rey argentino de la zona azul de Manchester, fue el instante en el que el futbolista de dibujos animados saltó de la pantalla al campo para perforar la meta del QPR en el último suspiro de la temporada. Su gol devolvió, tras 44 años, a los Citizens a la aristocracia de la competición inglesa con la consecución de la Premier.
Tras ese momento, las lesiones han mermado la progresión de la carrera del argentino. Un punto y aparte en su carrera que se está retomando con más fuerza durante este año.
Así las cosas, tras un dubitativo inicio de temporada del equipo de Manchester, Sergio Agüero ha vuelto a ponerse la corona de rey de la zona azul de la ciudad. El jugador argentino se ha vuelto a poner sus mejores galas y su cetro de mando para guiar a la gloria a su equipo.
El futbolista de dibujos animados que representó en el campo las hazañas de Romario ha vuelto para quedarse, ha llegado el momento del renacer del reinado de Sergio I de Manchester.