Viendo la imagen del podio Tour de Francia me cuesta mucho no ver a Alberto Contador. El de Pinto era el gran favorito y es el gran derrotado. Una sensación que ya hemos visto este año en diferentes deportes. En el tenis, Rafael Nadal ha sufrido esta temporada con el gran nivel de Novak Djokovic. También en Formula 1 con un Fernando Alonso que sigue de lejos la estela de los Red Bull o Pau Gasol que se quedo esta temporada sin anillo.
Aún así, en muchos casos esta derrota no deja un sabor a decepción sino a trabajo y espectacularidad. Por ejemplo, Rafael Nadal ha tenido en Djokovic su bestia negra pero ha conseguido realizar, hasta ahora, una temporada espectacular llegando a todas las finales en tierra y en Wimbledon y llevándose el Godo y Roland Garros. Alonso encontró con su victoria en Gran Bretaña un rayo de esperanza para alcanzar a los Red Bull. Gasol, por su parte, ha dado siempre la cara en una mala temporada.
Pero volvamos a Contador. Es posible que disputase el Giro de Italia por el miedo a que su posible sanción le privada de correr el Tour. Sin embargo, a mitad de campaña le anunciaron que podía disputar la ronda gala. Una buena noticia que llegaba tarde para poder haber organizado mejor la temporada.
Alberto consiguió entre otras cosas hacerse con la Vuelta a Cataluña, la de Castilla y León o el Giro dando siempre una exhibición. Esto le permitió llegar al Tour con la vitola de favorito, pero este no era su Tour como le denostó la carretera con las constantes caídas y su cuerpo con la pájara en la ascensión al Galibier.
Contador nos dejo grandes momentos en las bajadas con Samuel Sánchez que nos hicieron soñar con que la conexión española reinase en el Tour. El madrileño y el asturiano, rivales pero amigos, han engrandecido con sus gestas la ronda gala.
Samuel Sánchez ha tenido su recompensa con la victoria en Luz Ardiden y llevarse el maillot de la montaña. Alberto Contador no ha conseguido nada. Ni tras una gran escapada, con todo perdido, en el Alpe D´huez el pinteño pudo llevarse una victoria. No se llevo el triunfo y se va derrotado de aquí. A pesar de todo es una derrota que no sabe amarga porque el espectáculo dado por Contador con todo perdido tiene destellos de superioridad.