Ultimo partido del grupo C donde España, Italia y Croacia se jugaban su futuro. La roja era quien mejor lo tenía para pasar de ronda pero para llegar hasta la siguiente fase conoció una situación que parecía tener olvidada, el sufrimiento.
La semana estuvo marcada por el temor de los italianos a un 2-2 entre españoles y croatas que los dejaría fuera. Una situación que ya habían experimentado en 2004 cuando un empate entre Dinamarca y Suecia por idéntico resultado que les elimino de la Eurocopa de Portugal.
Sin embargo, esta vez la historia estuvo de su lado- Ellos hicieron su trabajo ganando a Irlanda con un futbol más resultadista que de espectáculo con el que consiguieron llevarse el partido gracias a Cassano y a Balotelli que con un remate acrobático ponía un poco de luz a un partido que sólo miraba el marcador.
En el otro partido Croacia salió consciente de que era la que más se jugaba pues necesitaba ganar o empatar sino querían depender de Italia, Los de Bilic pusieron en práctica un sistema de control en todas sus líneas para acabar con el juego de toque y combinación de España que una vez que su estilo es conocido le cuesta más hacer su juego ya que este no sorprende como antes a sus rivales.
A esta situación ahí que añadirle el cansancio de un hombre fundamental, Xavi, la cabeza por la que pasa todo el organigrama ofensivo de la roja pero que cada vez nota como pesa más el fútbol acumulado en sus piernas así como los años. Con él, España perdió una velocidad y sus escuderos Busquets y Xabi Alonso no son capaces de coger el timón de juego de la roja. Por ello, Del Bosque y el país dependen cada vez más de la conexión de Iniesta y Silva aunque en este partido su conexión se diluyo.
La buena noticia fue la mayor compenetración de los centrales Ramos y pique y el trabajo de degaste en las transiciones defensivas-ofensivas de los laterales Alba y Arbeloa. Lo que ha ganado la selección es en la punta de ataque con el debate del 9 que nos abren Cesc y el resto de delanteros liderados por Torres para tener nuevas vías en la punta del ataque.
Los croatas agazapados esperaron su ocasión que tuvieron en la cabeza de Rakitic pero apareció el verdadero lider, uno que no conoce aún los bajones físicos Iker Casillas. En él se cimento una victoria que llegó de la conexión Cesc-Iniesta y Navas que aprovecharon la ofensiva a la desesperada. Una victoria que bajo a la afición a la tierra para demostrar que eln el fútbol se gana no sólo con ataque sino también con defensa y como no, en situaciones vida o muerte, con sufrimiento.