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El domingo llegó el turno de la gran favorita, España. Una selección que Vicente del Bosque presentó ante los italianos con un elemento que el mismo ha instaurado, el falso nueve. Cuando todos pensábamos que jugaría o bien Torres o bien Negredo el salmantino sorprendió alineando a Cesc como delantero para que los italianos no tuvieran una referencia en la punta de ataque como el técnico español manifestó tras el partido.
La idea de Del Bosque de tener mucho más el balón y cansar a Italia con el juego combinativo no surtió efecto ya que la gran maraña creativa que era España choco ante el rigor táctico de un combinado transalpino menos italiano que nunc gracias a la nueva base de la Juventus, estilo más de toque, con el eje Pirlo con libertad para crear. Esa libertad hizo que los de Prandelli se sintieran cómodos en defensa y ataque llegando con mucho peligro ya no sólo con la figura de trescuartista Marchisio sino con las llegadas de Motta, las genialidades de Pirlo, bien asistiendo a sus compañeros o a balón parado, y las irrupciones de un Balotelli al que su cabeza nos impide ver su gran calidad y fue una de las razones de que Italia no diese con la tecla para adelantarse en la primera mitad.
El que si supo ver los huecos de España fue Prandelli al descanso que dando entrada a Di Natale vio como su equipo obtuvo su premio en una imprecisión española en el medio que dejó sólo a Pirlo para que la cabeza de Italia pensase y dejase sólo al del Udinese para adelantarse en el marcador. España siguió fiel a sus ideas y a su juego de toque liderados por un Iniesta que se ha erigido en el autentico líder en el ataque de la roja ante el bajón físico de Xavi. Del Bosque también acalló las críticas del principio cuando Cesc logró el empate.
Sin embargo, con la entrada de Torres, España fue cada vez más aquella selección que ganó Eurocopa y Mundial y a pesar de que el madrileño no tuvo fortuna de cara a gol el choque se acabó con la sensación de que el empate fue justo ya que ni italianos ni españoles consiguieron cerrar sus ocasiones.
Del otro partido del grupo salió el líder del mismo con una Croacia que a pesar de empezar con dudas y por detrás en el marcador poco a poco fue dándole libertad a su hombre estrella, Modric, para que el Cruiff de los Balcanes liderase a su selección a la remontada gracias a Jelavic, Mandzukic y sobre todo la débil defensa irlandesa que pagó caros sus errores defensivos que le condenaron a la derrota y que dejan a los croatas en una gran posición para levantar un poco más la cabeza para ver en el horizonte los cuartos de final.
