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¿Fin de año o de ciclo?
Cuando finalizó ayer la semifinal de Champions League que enfrentaba al Barcelona y al Chelsea en el que el equipo español quedaba eliminado de la competición y el ingles se clasificaba para la final algo flotaba en el ambiente. Lo que se percibía una vez que el arbitro pitó el final era la pregunta de si esta derrota supone para el Barcelona un fin de año (salvo por la final de la Copa del Rey) o de ciclo.
El conjunto de Guardiola llegaba al choque con la liga pérdida en casa ante el Real Madrid tres días en casa y conscientes de que el pase a la final de Munich ahuyentaría a los fantasmas de un fin de ciclo pero tras el gol de Torres las dudas han vuelto aparecer sobre la mesa por diversos motivos.
Primero. Porque tras 180 minutos el Barcelona no sólo no ha sido capaz de pasar de ronda sino que tampoco ha logrado derrotar en ninguno de los dos partidos al Chelsea.
Segundo. El estilo de juego que les ha encumbrado al cielo de la historia futbolística no supo acabar con el estilo del cerrojazo tan criticado como efectivo a lo largo de la historia debido a que la suerte no estuvo de cara o a que este estilo necesita de una reinvención para tener más alternativas ante el estilo del candado italiano que se a convertido en el antídoto anti- Barcelona que mejor resultados a dado aunque algunos (caso del Real Madrid anteriormente) no les haya funcionado.
Tercero. La necesidad que implora este Barcelona de peloteros capaces anotar con facilidad desde fuera del área así como la ausencia de un nueve rematador para contar con un plan B algo de lo que carecen los bajitos de Pep pero que si tiene la España de Vicente del Bosque (Xabi Alonso, Llorente).
Cuarto. Aunque se ha dicho que ayer no estuvo a la altura lo cierto es que en el choque ante el Chelsea el guía en el terreno de juego, Lionel Messi, se apagó tras el penalti y eso pudo ser una de las claves para que sus compañeros no viesen la luz al final del túnel pero no pasará ser más que un mal momento en un día clave que no ocultará sus actuaciones en finales y demás días claves.
Quinto. El futuro de Guardiola. Si el míster se marcha el ciclo se habrá terminado ya que él fue quien lo comenzó y será difícil que vuelva a salir en el Barcelona inmediatamente una rencarnación del de Santpedor como paso en la selección en el paso entre Luis Argones y Vicente del Bosque.
Aun así y a pesar de estas circunstancias el Barcelona tiene razones para creer que no es más que un mal año.
Primero. Porque estamos ante uno de los mejores equipos de la historia que ha encumbrado su fútbol con títulos. Un estilo de juego que traspasado a otros equipos ha dado sus frutos por lo que debe de resurgir de sus cenizas.
Segundo. Porque a pesar de tener una plantilla corta en la que problemas en el vestuario como la enfermedad de Abidal han debilitado al conjunto física y mentalmente el equipo necesita reforzarse más para continuar el rumbo hacia el éxito el año próximo.
Tercero. La edad de una plantilla que es joven y físicamente esta en su plenitud física no como les ocurrió a otros equipos como los galácticos. Por ello tienen camino de sobra parar volver a ganar.
Cuarto. El hecho de que el Dream Team acabase con la ruptura entre Cruiff-equipo y directiva algo que a día de hoy no se transmite desde abos focos del club ya que esperan que la afición confia en que sigan por el mismo camino.
Quinto. Por la calidad de una plantilla donde Iniesta y Cesc (que debe ir relevando a Xavi) deben ser los escuderos del mesías Leo Messi la resurrección del Barcelona.
En mi opinión ocurrirá lo segundo y esto no será más que un mal año que nos permitirá seguir viendo esa rivalidad entre Madrid-Barcelona a un mismo nivel como no ha había pasado a lo largo de la historia.
Aun así como en todo el tiempo dictará sentencia para resolver si esto es fin de año o de ciclo.