“El contrato de televisión es inminente”. Miguel Cardenal, Secretario de Estado para el Deporte, aseguraba en la Asamblea General Extraordinaria de la LFP que el proyecto de ingresos televisivos que propone el gobierno para la temporada 2016-17 se aprobará antes de que acabe la legislatura (2015).
Este nuevo modelo, basado en la Premier League, busca la creación de un reparto más justo que equipare las desigualdades actuales. En estos momentos, Real Madrid y Barcelona se llevan el 37% de la totalidad del pastel (280 de los 755 millones a repartir).
Con esta fórmula, la liga española es, actualmente, la competición europea que muestra una mayor desigualdad en el reparto de los ingresos televisivos, un desequilibrio potenciado por la ley Bosman (contratación libre de futbolistas) que sitúa a España muy lejos de la igualdad reinante en Inglaterra, Alemania o Italia.
Así las cosas, el modelo propuesto por Cardenal y el Gobierno plantean aumentar el pastel televisivo de 800 a 1000 millones que contarían con una nueva distribución. Esta nueva cantidad se repartiría de la siguiente manera:
Un 10% para la Liga Adelante mientras que el 90% restante se repartiría entre los participantes en la Liga BBVA (50% a partes iguales, un 25% en función de los resultados deportivos históricos y el otro 25% implantación social (en este 25% ningún club podrá acaparar más del 20% del mismo).
Esta distribución se asemejaría al modelo utilizado en la liga inglesa (un 49,1% a partes iguales, un 25,4% en función de la audiencia y otro 24,5% en función del puesto alcanzado en la liga (el 1% restante está destinado a gastos y clubes más modestos)).
Con este modelo, equipos como el Almería pasaría de ingresar 18 millones a más de 40, el Villarreal cambiaria los 32 millones actuales por más de 60 mientras que el Real Madrid y Barcelona verían reducidos sus 140 millones a una cantidad cercana a los 70.
Esta distribución “inglesa” parece que será la fórmula elegida entre otras posibilidades como las aplicadas en Alemania o Italia que encontrarían mayor oposición por parte de los dos grandes de la liga para convertirse en realidad.
La Bundesliga es el modelo más equitativo ya que se reparte en función del puesto y la dirección de la misma plantea que la temporada 2016-17 se realice un reparto a partes iguales.
Por su parte, en el Calcio los clubes más modestos y los gastos generados de la televisión reciben 246 de los 1010,5 millones a repartir. Dicho 24,35% deja un 75,64% para que sea repartido por los equipos de la Serie A (un 40% a partes iguales, un 30% en función de los socios y la población y el otro 30% según la clasificación, el ranking histórico y el de las últimas cinco temporadas).
Así las cosas, la guerra entre pequeños y grandes en España a algún giro de 360° en el curso de la misma al contar los más humildes con el apoyo del poder.
El gobierno ha entrado la pelea para dar la victoria a los menos favorecidos y equiparar el fútbol nacional con las grandes ligas europeas. Un nuevo modelo que será una realidad en la temporada 2016-17, un cambio que permite que el sol comienza a dejarse ver en el camino para alcanzar una liga más justa.