Como Cary Grant en la película “Sólo ante el peligro”, el entrenador de fútbol se encentra sólo en la derrota, vive ese instante desprotegido ante sus críticos (prensa, afición e incluso directiva).
Encarnar el papel de coprotagonista de la película de suspense donde el entrenador hace de asesino del equipo es el pan de cada día de los técnicos condenados a la destitución en relación a los resultados. Un papel principal en el film que escenifican a diario debido a que ellos son los únicos juzgados severamente tras la derrota.
En la actualidad, Julen Lopetegui encara actualmente el metraje final de su propia película de suspense al frente del Real Madrid. La goleada encajada en el Clásico ante el Barcelona en el Camp Nou condenó definitivamente al técnico vasco a la destitución.
El partido se presentó con Florentino Pérez vestido de emperador romano en el palco (en el papel de juez) y Lopetegui como el gladiador que saluda a su gobernante con el clásico “los que van a morir te saludan” (en el papel de juzgado).
Dicha película concluyó con la derrota blanca por goleada ante el Barcelona y con Florentino bajando el pulgar que condena a Lopetegui (figura ficticia) a la destitución, aunque, sin embargo, dicho desenlace del film dejó una duda ¿es el técnico vasco víctima o culpable de la crisis del Real Madrid?
En este sentido, bien es cierto que como coprotagonista tiene una buena parte de responsabilidad “del asesinato futbolístico” del Real Madrid. El raquítico estado físico de la plantilla, las decisiones tácticas (prácticamente sin plan B al estilo de juego basado en la posesión extenuante), la gestión del plantel (Llorente, Odriozola o Vinicius apenas han contado) y, sobre todo, los resultados (con la crisis goleadora incluida) han condenado a Lopetegui como culpable de la crisis blanca, como el máximo responsable del “asesinato futbolístico” del equipo blanco.
Una condena la de Julen Lopetegui que, vista con perspectiva, abre otras dos vías de coautores de dicho crimen futbolístico: Florentino Pérez y la plantilla. Una responnsabilidad que también abre la duda de si ambos son los verdaderos causantes de la actual situación del técnico blanco.
En el caso del presidente, su función como gestor decisorio y financiero del club evidencia un claro suspenso este curso por una planificación nefasta de la temporada como evidencia el no sustituir a su máxima estrella, Cristiano Ronaldo, fichar jugadores para puestos ya bien cubiertos (Courtois en portería) o firmar gol, poco contrastado, de rebote al repescar a Mariano debido a que se le antojó al Sevilla.
La nula inversión de Florentino en fichajes este verano podría tener dos causas: la sobre confianza en una plantilla campeona de Europa por tercer año consecutivo y el “endeudamiento” del club para su faraónico proyecto de techar el Bernabéu ante la falta de inversión externa.
En cuanto a la plantilla, el nivel de gran parte de los principales jugadores (Varane, Ramos, Modric, Kroos, Bale, Benzema o Asensio) dista mucho de temporadas pasadas a pesar de un inicio de temporada espectacular que fue un espejismo de la actualidad reinante. Esta situación evidencia dos posibles causas, o se debe a un bajón puramente físico o a una falta de ambición tras un periodo triunfal.
Independientemente de quien tenga más culpa en el crimen futbolístico del Real Madrid, lo único cierto es que Julen Lopetegui será el único juzgado y condenado por esta situación dejando su labor como entrenador a otro compañero de profesión (presumiblemente Antonio Conte) pero esa nueva etapa deportiva del conjunto blanco será una nueva película que se proyectará próximamente.