Se acabó el culebrón. En la tarde del pasado 22 de enero de 2018, el Manchester United anunciaba el fichaje de Alexis Sánchez poniendo fin al traspaso más mediático del presente mercado invernal en la Premier League.
Prueba de que el fichaje del chileno ha sido todo un culebrón reside en el hecho de que todo estaba prácticamente hecho con el Manchester City de Guardiola antes de abrirse el mercado de fichajes (De Bruyne llegó a valorar su posible incorporación). Sin embargo, cuando parecia que su llegada a los citizens era un hecho, apareció Mourinho y el United ofreciéndole una ficha irrechazable al jugador (23,4 millones de euros por curso) y entregando a Mkhitaryan al Arsenal como compensación.
Precisamente la elevada suma a percibir, que ha hecho a que figuras del fútbol como Martin Keown (ex central gunner) hayan tildado a Alexis de mercenario, y el efecto dominó de su llegada que hace que Mkhitaryan salga hacia Londres, que estuvo un tiempo desojando la margarita, fueron las razones que el fichaje se convirtiera en un culebrón.
Dejando a un lado lo que ha generado su fichaje y centrándonos en el plano futbolístico, Alexis Sánchez se convierte en el primer chileno en jugar en el Manchester United y, además, aterrizando en Old Trafford con la vitola de estrella.
Poniendo en relieve el status de hombre clave para los diablos rojos está justificado también en el hecho de que portará el número 7, un dorsal mítico en el United que han portado grandes estrellas del club como Best, Beckham o Cristiano Ronaldo.
En cuanto a la función del chileno dentro del equipo, Alexis Sánchez (uno de los jugadores más determinantes del momento) será el encargado de liderar el ataque del equipo de Mourinho partiendo desde la banda izquierda desde la que espera formar una gran sociedad con el 9 del equipo; Romelu Lukaku. Una ubicación en el campo que podría provocar la salida del equipo hombres como Martial, Lindgard o, incluso, Mata.
Centrándonos en el esfuerzo que ha hecho el United para su incorporación y teniendo en cuenta que la Liga está prácticamente perdida por la diferencia de puntos con el City, la llegada de Alexis Sánchez (que puede jugar Champions) tiene como objetivo extra aumentar el nivel del plantel para el asalto del trono europeo, la gran debilidad de Mourinho.
En resumen, la llegada de Alexis Sánchez al United supone para el chileno convertirse en el hombre destinado a liderar el resurgir de los diablos rojos, supone elegir a Mourinho y no a Guardiola, supone decantarse por la velocidad antes que la posesión, supone, en definitiva, enfrentarse al mayor reto de su carrera deportiva.