El pasado domingo Luka Modric sufría un arrancamiento del tendón proximal del recto femoral izquierdo en el encuentro que disputaba en San Siro su selección frente a Italia.
A su llegada a España el tiempo estimado de baja nuevo se situaba en tres meses. Este periodo supondrá que el jugador croata se pierda un tercio de lo que queda de compeición.
Dicha lesión supone un contratiempo para el entrenador del Real Madrid (Carlo Ancelotti) que tiene la tarea de organizar de nuevo su centro del campo.
Un gran contratiempo debido a que Modric se había asentado, estas últimas campañas, como medio centro titular del equipo gracias a su visión de juego, calidad técnica y, sobre todo, oficio en la recuperación del balón.
El croata se había hecho con el puesto formando una gran dupla con Xabi Alonso en las últimas campañas y con Toni Kroos durante el inicio de esta temporada, un inicio de competición donde se había erigido en el líder del centro del campo debido a que el jugador alemán todavía está en fase de adaptación.
Así las cosas, la lesión del centrocampista balcánico obliga a dos cosas. La primera es que el técnico italiano debe reinventar el esquema de juego que ya había encontrado y, la segunda es que el puesto de faro del equipo pasa a manos de Kroos, un nuevo rol que obliga al alemán a adelantar dicho proceso de acoplamiento al equipo.
Con un puesto del centro del campo cubierto por el centrocampista bávaro, el otro puesto de la zona de creación será disputado por tres jugadores: Isco, Illaramendi y Khedira.
Con él centrocampista alemán ultimando su fase de recuperación tras su lesión y, dado el elevado número de rumores que lo sitúan fuera del club blanco a final de temporada, parece que el puesto dejado por Modric será ocupado por uno de los dos mediocampistas españoles.
En este sentido, Isco parte con ventaja para formar dicha dupla con Kroos dado el gran momento por el que atraviesa. El malagueño aporta magia y oficio a partes iguales por lo que, en principio, el puesto irá para él, al menos, en los primeros encuentros sin el croata.
El gran rival del andaluz será Asier Illarramendi quien debe aprovechar las bajas que vayan teniendo sus compañeros para ir haciéndose un hueco en el once blanco.
El jugador vasco fue una inversión de futuro (se pagaron cerca de 40 millones por él) dado que su perfil era similar al de Xabi Alonso. Sin embargo, hasta el momento no ha rendido como se esperaba de él en los grandes momentos donde ha estado desaparecido y no ha recordado al organizador que dirigía a la Real Sociedad. A pesar de ello, sus cualidades futbolísticas, más cercanas al medio centro defensivo y ofensivo, le otorgan opciones para ser la segunda bala del técnico italiano.
En definitiva, la lesión de Luka Modric deja coja la sujeción del juego del Real Madrid, deja un vacío que necesita ser recubierto a la mayor brevedad posible. Una ausencia que abre a las armas españolas que tiene el técnico italiano en el banquillo, una oportunidad que ni Isco ni Illarramendi deben dejar pasar.
El mercado invernal se abrirá a primeros de año por lo que el tiempo será el juez que dictaminará si estos talentos hispanos son dignos para conducir el fútbol del Real Madrid.