La liga de la burguesía

El Villarreal goleó a la Real Sociedad ayer en el Madrigal por un contundente 5 a 1. El partido era una final como explicó el periodista Manú Carreño en directo durante la retransmisión del partido.

Si, el locutor vallisoletano tenía razón ya que estando Barcelona, atlético de Madrid y Real Madrid jugando su liga, los conjuntos vascos, Athletic de Bilbao y Real Sociedad, así como el Villarreal se disputarán, presumiblemente, durante toda la segunda vuelta el título de la liga de los mortales cuyo premio es la plaza de Champions. Una competición la de la burguesía que ha perdido a un atlético que bajo el “efecto Simeone” ha ascendido a la realeza futbolística.

Centrándonos en “la liga de la clase media” hay que dirigir el bisturí a dos grandes del pasado; Valencia y Sevilla.

Los vientos en la capital del Turia ya presagian revolución y renovación de la mano de Amadeo Salvo. El ha cambiado de director deportivo con el desembarco de Rufete y Ayala, de entrenador con la llegada de Pizzi y amenaza con volver a la realeza futbolística con los millones que pueda aportar Peter Lim.

Sin embargo, tras una primera vuelta marcada por la crisis institucional y deportiva parece haber dejado al Valencia fuera de la lucha por el trono de los mortales esta campaña y su meta parece estar en competir por acceder a la segunda competición europea, la Europa League, la Champions de los mortales.

Por el Guadalquivir las aguas empiezan a enderezarse tras un largo período en el que aparecían revueltas. Si en lo deportivo el Sevilla es la gran amenaza para el submarino amarillo y los equipos vascos aún aparece alguna mancha que pueda enturbiar el buen momento del equipo en la dimisión de José María del Nido por su imputación en negocios no relacionados con el fútbol.

El capitán Emery, que ya consiguió en dos años consecutivos ser el campeón de la liga de la clase media con el Valencia, parece haber elegido las coordenadas exactas en el rumbo del equipo acoplando a los nuevos grumetes elegidos por Monchi como Bacca, Iborra o Jairo entre otros que bajo el liderazgo del almirante Rakitic aspiran a estar el curso próximo entre los 32 mejores de Europa pero los peligros del norte y del este hacen presagiar una dura y agónica travesía.

El Athletic de Bilbao es quien mejor posicionado está en la lucha, tras recuperar para la causa al Txingurri Valverde en la ría vuelven a disfrutar de un fútbol vistoso y efectivo tras el paso, hacia algunas campañas, de las melodías argentinas del profesor Bielsa. Valverde ha sabido reconstruir la fe de un equipo y armarlo con jugadores como venía un Miquel rico para crear un Athletic más modesto que el de Bielsa pero igual de combativo. La Champions es el sueño que persiguen los vizcaínos desde los tiempos de Luis Fernández.

El siguiente en la pelea a es la revelación de la liga: el Villarreal. En el submarino amarillo no hay más calificativos posibles para elogiar el trabajo realizado por Roig y Llaneza. Tras años instalados en el Olimpo del fútbol donde la pierna de Riquelme mandó a las nubes el sueño disputar el título europeo, el club tras un mal año cayó hace dos temporadas a la segunda división tras una mala campaña europea que se tradujo en una crisis lidera que lo llevó a los infiernos. Allí Marcelino, experto en jugar con dichos fuegos, tomó la reconstrucción del equipo mirando a la cantera para devolverlo sin olvidar el fútbol espectáculo de vuelta a primera. Su progresión ascendente parece imparable ya que el sueño de volver a hacer algo grande está intacto desde aquella noche ante el Arsenal inglés.

El tercero en discordia es la real sociedad de Arrasate que tras hacerse con dicho premio la pasada campaña sueña con repetir otro año más dicha hazaña. Tras una corta estancia en su regreso a Europa el equipo se centra de nuevo en la liga para alcanzar de ese título de la burguesía con el mismo equipo que la compañía pasada con la excepción Illarramendi a los mandos, aunque esta campaña cuenta con mimbres como Rubén Pardo o Ros. Además de ellos el nuevo inquilino del banquillo Jagoba Arrásate, ex segundo de Montanier, sueña con repetir la hazaña lograda por el galo.

Con estos alicientes habrá emoción en el Olimpo así como en la liga de la burguesía cuya igualdad hace crecer el interés del resto de partidos de una competición que tiene la obligación de dar un paso atrás para coger impulso en la lucha por el podio de las competiciones domésticas que se disputan en Europa.