La montaña rusa de Jurgen Klopp

El equipo del contraataque por excelencia en Alemania y de Europa, al que más le gusta jugar a correr y que mejor ha jugado con velocidad en los últimos años. Esa escuadra es el Borussia Dortmund, ese es el conjunto de Jurgen Klopp.

Tras haber renacido de sus cenizas; cual ave Fénix. El equipo de la cuenca del Ruhr supo dar un giro de timón a la situación que atravesaba en 2005 cuando el club entró en crisis e incluso estuvo a punto de ser declarado en bancarrota. Una situación que provocó que se tomaran medidas institucionales, económicas y deportivas para cambiar el rumbo del club.

Todas estas actuaciones tenían un punto en común: la apuesta por la cantera. Para ello se utilizó un entrenador que venía de triunfar en el Mainz 05, se apostó en 2006 por Jurgen Klopp.

El técnico de Stuttgart entendió que había que hacer para construir un equipo ganador utilizando la mezcla de su ingenio con la ilusión de los jugadores.

El cambio surtió efecto consiguiendo la clasificación para la Europa League en la temporada 2009-10 al acabar quinto en la tabla. Sin embargo, el boom llegó la temporada siguiente cuando el equipo se hizo con la Bundesliga. El nuevo Dortmund estaba de vuelta.

Ese equipo formado por Jurgen Klopp tenía una cualidad que no ha perdido durante las últimas temporadas: la pasión por la velocidad.

El estratega alemán ha mantenido un estilo ofensiva gracias a mantener como base la línea defensiva (Weidenfeller, Schmelzer, Subotic, Hummels, Piszczek) temporada tras temporada regenerando el equipo con las ventas o salidas del once de las estrellas que jugaban en la zona atacante.

Así, en la campaña 2010-11 Lucas Barrios (el goleador) pasó al ostracismo y Nuri Sahin (el mejor jugador de la Bundesliga) fue vendido al Real Madrid. El año siguiente, tras repetir título (la liga), fue vendido uno de los mejores del equipo (Kagawa) al Manchester United. En los cursos siguientes le tocó el turno a Gotze y Lewandowski sucesivamente que pusieron rumbo al Bayern Munich.

Esa zona atacante ha estado sustentada en los últimos años por un doble pivote basado en un medio centro defensivo (Khel, Bender) y un creador como Sahin o Gundogan (sustituto del turco tras su marcha a España). Un ataque que ha ido evolucionando para pasar de estar formado por jugadores más técnicos (Kagawa, Gotze) a velocistas (Błaszczykowski, Reus o Aubameyang) que potenciaban la capacidad goleadora de un 9 como Lucas Barrios o Robert Lewandowski.

Todas estas fases evolutivas tuvieron su cenit en la final de la Champions League que perdió el equipo contra el Bayern Munich en 2013. Desde entonces el equipo ha entrado en una fase de crisis con un problema principal: las lesiones.

Las recaídas de hombres como Gundogan Reus, Sahin, Schmelzer, Hummels o Piszczek han ido condenando al equipo a un segundo plano tanto en Alemania como en Europa a lo largo de los años.

Este inicio de temporada ha sido malo por culpa o través de las lesiones así como la falta de acoplamiento de los refuerzos que han llegado para la delantera. Esta situación lo sitúa a 7 puntos del Bayern Munich por lo que la liga de campeones parece el principal torneo para los de la cuenca del Rurh.

Esta situación ha provocado que la mezcla durante los últimos años de la velocidad en el juego, los títulos, la crisis física en la plantilla y las lesiones hayan convertido al Borussia Dortmund de Jurgen Klopp en una montaña rusa de emociones.