1 de junio de 2016. Ese día Dani Alves anunciaba al F.C. Barcelona que dejaba la disciplina blaugrana para enrolarse en un nuevo proyecto. La Juventus de Turín era el nuevo destino elegido por el jugador brasileño para continuar su carrera futbolística. Con su salida del equipo, el lateral derecho quedaba destinado a dos hombres: Sergi Roberto y Aleix Vidal.
Unas opciones para dicha posición donde el único que ha cuajado en la misma ha sido Sergi Roberto. El de Reus es el comodín del equipo al que Luis Enrique ha utilizado en diversas posiciones del centro del campo y, en este inicio de curso, en el lateral derecho. Una posición a la que se ha adaptado de manera eficiente a pesar de que sus cualidades naturales distan mucho de las que poseen los jugadores de corte defensivo. Aun así, se ha mostrado como un futbolista comprometido que destaca por ser un seguro en la parcela defensiva gracias a una excelente capacidad de lectura del fútbol que también ha sabido aprovechar en las subidas al ataque destapándose como un gran asistente. Sin embargo, la ausencia de un físico privilegiado ha hecho que sus transacciones defensa-ataque, tan necesarias como apoyo a los hombres de ataque (especialmente Messi), sean menos habituales de las que ofrecía Dani Alves a lo largo de los 90 minutos.
Dicho despliegue físico si puede ser aportado por un Aleix Vidal que ha vuelto a demostrar, en los encuentros ante el Hércules en Copa y Borussia Monchengladbach en la Champions, que es un jugador valido para el puesto tras vivir en el ostracismo desde su llegada a Barcelona. De hecho, su vocación como jugador de ida y vuelta fue explotada por el de Puigpelat en su etapa en el Sevilla de la mano de Unai Emery donde cuajo unas excelentes actuaciones que le reabrieron la puerta del club azulgrana.
Cualidades que poseen ambos jugadores y cuya combinación de las mismas definen a Dani Alves como futbolista. Un perfil de jugador que Luis Enrique añora desde la distancia que separa Turín de Barcelona y que ha hecho al gijonés replantearse si aducir al mercado en busca de la “reencarnación futbolística” del brasileño. Una operación que parece destinada a realizarse al próximo verano aunque podría llevarse a cabo en enero dependiendo de las necesidades de los próximos meses.
De esta forma, en la lista de candidatos que optan a ser el nuevo Dani Alves creada por Luis Enrique destacan tres nombres por encima del resto: Joao Cancelo, Bellerín y Mariano.
Joao Cancelo: El valencianista parece ser el jugador con más posibilidades a ocupar próximamente el carril del 2 del Camp Nou. Su crecimiento como jugador se ha disparado en los últimos tiempos gracias a su capacidad para ser un futbolista de ida y vuelta pudiendo ocupar todas las posiciones del flanco derecho (defensivas y ofensivas) con enorme solvencia. Además, cuenta a su favor con las excelentes relaciones existentes entre Valencia y Barcelona (como muestran los fichajes de Alcácer y Andre Gomes) y un precio que podría oscilar entre los 20 y los 35 millones de euros aunque ya ha manifestado que sólo saldrá del Valencia en junio.
Héctor Bellerín: El catalán podría convertirse en un nuevo “caso Cesc”. (Jugador que abandona la Masía para ser pulido por Wenger en el Arsenal y retornar a Barcelona a un elevado precio). A las órdenes del alsaciano se ha convertido en uno de los jugadores que más ha progresado en los últimos años hasta ser el candidato a ser mejor lateral derecho del planeta junto con el madridista Dani Carvajal. Destaca tanto por su capacidad defensiva y su inteligencia para cubrir las necesidades de los atacantes como demostró en su regreso tras lesión el partido ante el Stoke City. Sin embargo, en contra de su fichaje está su precio (no menos de 40 millones) y su reciente renovación con el equipo londinense.
Mariano: El jugador del Sevilla es el que menos opciones tiene de recalar en el Barcelona y su llegada sólo se produciría en caso de fallar las dos alternativas anteriores. Su posible adquisición recordaría a la de Dani Alves quien llegó al club azulgrana procedente de tierras hispalenses. A su favor cuenta con que sería un fichaje económico (en torno a 20 millones) y su facilidad para jugar como lateral puro o con vocación ofensiva como demuestra su perfecto acoplamiento a sistemas como el 4-4-2 o el 3-4-1-1 utilizados por su técnico Jorge Sampaoli.
En definitiva, tres alternativas diferentes y diversas tanto por su aportación al juego colectivo como por su precio. Ellos son la terna de jugadores que maneja el Barcelona para ser el nuevo dueño del lateral derecho del equipo que acabe, de una vez por todas, con la prolongada sombra de Dani Alves.