El Chelsea regresó con un 3-1 en su maleta en el viaje de vuelta a Londres tras su visita a Paris con motivo del partido de ida de cuartos ante el PSG. Una desventaja considerable para darle la vuelta a la situación en Stamford Bridge.
Sin embargo, los blues afrontaran dicho partido sin ninguna presión tras la actuación de José Mourinho en la rueda de prensa previa al partido. El técnico de Setúbal cedió el favoritismo al PSG tras centrarse en la superioridad de sus jugadores. El luso afirmó “Si miras los mejores atacantes del momento encuentras a Messi, Ronaldo, Lewandoski, Diego Costa, Ibrahimovic, Cavani o Lavezzi. Es muy importante en un momento de la competición como este”.
Pero no sólo se centró en la calidad de la plantilla parisina sino también en la experiencia de los futbolistas que componen la misma. “Puede que como club el Chelsea tenga más experiencia, pero ellos tienen jugadores con mucha y nosotros, aparte de Peter Cech, no tenemos tanta”.
Declaraciones que ponen de manifiesto el plan diseñado por Mourinho para pasar la eliminatoria (el victimismo). Tras estas manifestaciones, el Chelsea saltará a Stamford Bridge a intentar darle la vuelta al duelo a través de su juego que esta basado en contraataques rápidos y eficacia a balón parado. Aunque de no conseguir su objetivo, el portugués ya ha dejado claro que eso no sería un fracaso.
Una “libertad” que se suma a la que vive en la Premier donde tras caer ante el Cristal Palace afirmó “no creo que sea posible ser campeones. Dependemos demasiado de otros resultados”.
Pero no sólo se ha quitado la presión personal para toda la temporada. También ha criticado abiertamente a sus jugadores esta temporada como tras el duelo ante el conjunto de Tony Pulis al asegurar que “algunos de mis jugadores no están cómodos en este tipo de partidos, aunque prefiero no entrar en análisis individuales”.
De todas estas declaraciones se traduce que al actual Mourinho le preocupa más su situación laboral que el éxito de la plantilla. Esa percepción se hace visible dado que todos estos mensajes van dirigidos a una persona en concreto: Roman Abramovich.
El segundo proyecto de Mourinho bajo el mecenazgo del multimillonario ruso prevé alcanzar éxitos reflejados en trofeos a largo plazo.
Un mensaje mandado por el portugués que no se sostiene a través de sus palabras. Ha sido él quien ha invertido más de 100 millones de euros en el fichaje de jugadores como Schurrle, William, Matic o Eto´o (al que criticó al poner en duda su edad). Además, cuenta con jugadores con experiencia aparte de Cech. Así, hombres como Terry, Ivanovic, Cahill, Lampard o Fernando Torres cuentan a sus espaldas con muchas participaciones en partidos del KO.
Estas circunstancias restan valor al mensaje victimista de José Mourinho cuyo fracaso, en caso de producirse, estará cimentado tanto en la actuación de su plantilla como en sus propias decisiones.
En conclusión, en este Chelsea 2.0 de Mourinho hemos visto un entrenador más preocupado por salvar su cabeza (como un zorro que se hace el muerto para salir con vida de un ataque) que a sus jugadores. Una situación que difiere mucho de otros proyectos donde era un defensor voraz de su plantilla a excepción de algunos jugadores como Casillas o Pedro León.
Ahora solo queda por descubrir si este es su sentimiento interior o si por el contrario pretende que con este mensaje haya una reacción de su plantilla para darle la vuelta a la situación. Lo que sí es seguro es que el luso con su mensaje se ha cubierto las espaldas independientemente de cómo termine el Chelsea la temporada.