27 de febrero de 2006. El escenario, Madrid. El presidente del Real Madrid Florentino Pérez dimite como máximo encargado del club blanco. La razón o los motivos de su adiós están en el vestuario, en los jugadores que él mismo ha comprado y que no ha sabido gobernar.
23 de enero de 2014. Han pasado ocho años. El escenario, Barcelona. El presidente del FC Barcelona Sandro Rosell dimite como dirigente del club blaugrana. El porqué de su marcha también está el vestuario, esta vez representado en el fichaje de un jugador, de la estrella que el fichó el pasado verano, de Neymar.
Los motivos de las dos dimensiones de ambos presidentes de los clubs más importantes de España están en el mismo lugar, en el vestuario. La gran diferencia que Florentino dimite por una cuestión deportiva y Sandro Rosell por una económica.
En el mundo del fútbol y en el clima actual del país pesa más lo económico que lo deportivo. A día de hoy el presidente del Barcelona se va según sus motivos debido a que las presiones a las que está sometido tanto él como su familia le obligan a dejar el sillón de mando.
Sin embargo, el verdugo que lo lleva a dimitir es el mismo que lo llevará ante la ley ya que se encuentra imputado en la demanda presentada por el socio ante el juez Pablo Ruz por una supuesta “simulación contractual” en el fichaje del jugador brasileño por el que el club dice haber pagado 57 millones por los 95 que afirma haber pagado el Barcelona según dicho socio.
Este miembro del Barcelona, Jordi Cases, presentó dicha demanda para averiguar y que el club le explicase la diferencia de sus más de 40 millones. Según él vas a esos pagos sólo se hicieron al Santos y a la sociedad (N&N) perteneciente al jugador, mientras que el diario el Mundo afirma que también hay pagos por otros jugadores, amistosos así como una prima de fichaje.
Rosell se marchó hoy de la sala de prensa sin dejar que los periodistas le preguntasen las razones de su adios, sin que explicase el barcelonismo nada sobre el caso Neymar.
Esta forma de irse en la que él ve una actitud con la que no manchar el nombre del Barcelona, gran parte tanto de la prensa, los aficionados ven en dicha dimisión una situación misteriosa de la que se deduce que no todo cierto en el fichaje de Neymar, en el que muchas cosas se necesitan esclarecer. A día de hoy, los ideales de transparencia con los que Rosell ganó las elecciones han dado paso a un confidencialísmo y un oscurantismo que obligan a poner fin a su estancia en el club por lo que no se entiende que su junta directiva siga hasta 2016.
En conclusión, Rosell se marcha pero en el club siguen los miembros de su junta con Bartomeu a la cabeza. Con ellos no se aclara nada, ni lo que es más importantes se limpia la imagen del club y más cuando Cases se plantea también implicar al propio nuevo presidente del Barcelona por haber sido parte implicada en la firma de los contratos del fichaje del brasileño. Así las cosas lo único claro por el momento es que Neymar, la gran estrella del Barcelona este verano, el jugador que se había fichado adelantándose a Florentino Pérez y al Real Madrid ha sido el futbolista que ha llevado a su comprador y presidente directamente a la tumba.