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Que el Oporto es un club vendedor que refuerza a los grandes de Europa a cambio de altas sumas de dinero es un hecho de sobra probado. Jugadores como Pepe, James Rodríguez, Anderson, Hulk, Mangala o, recientemente, Danilo ponen de relieve la capacidad de Pinto da Costa para sacar la mayor de las tajadas de las ventas de sus futbolistas.
Un arte de la negociación que se une al acierto del dirigente luso de crear una red de ojeadores por toda Sudamérica con una misión clara: la caza de nuevos talentos. De esta forma y dado al éxito de la fórmula del Oporto, el club portugués se podría considerar el banco de pruebas de los demás grandes clubes de Europa que decoran sus equipos, a golpe de talonario, con las piezas más exóticas de América del Sur.
Una forma de actuar a la que se ha unido en las últimas temporadas el Atlético de Madrid. El club rojiblanco ha lanzado, en las últimas temporadas, sus redes cargadas de billetes sobre la ciudad donde desemboca el Duero para hacerse con alguno de los jugadores que Pinto da Costa importa desde Sudamérica.
Una búsqueda que el club rojiblanco ha intensificado a la hora de lanzarse a la caza del delantero estrella. De esta forma, dos de sus últimos cinco grandes nueves (Falcao y Jackson Martínez) procedían del club luso.
Una relación Oporto-Atlético de Madrid que se inició cuando la necesidad de gol llamaba a la puerta colchonera tras la salida de Agüero rumbo a Manchester. El adiós del menudo atacante argentino obligó a los de la Ribera del Manzanares a peinar el mercado en busca de un 9 que acabó siendo la revelación de esa campaña en el viejo continente; Radamel Falcao.
La llegada de un 9 de área por 40 millones de euros se convirtió en el fichaje más caro de la historia atlética. Sin embargo, los registros goleadores del colombiano en la Ribera del Manzanares llevaron al Atlético a traspasar a su delantero al Mónaco por 60 millones. Una forma de confirmar el status de grandes delanteros y de ganar dinero que resultó exitosa para el club rojiblanco.
Por ello, dado el éxito alcanzado con Radamel Falcao, el Atlético de Madrid ha vuelto a echar sus redes sobre el club portugués para hacerse con su última perla goleadora. El también colombiano Jackson Martínez es el 9 de área elegido por los rojiblancos para que sea el referente goleador del nuevo proyecto del Cholo Simeone.
La llegada del pichichi de la liga portuguesa los últimos tres años a Madrid ha supuesto la segunda inversión más alta de la historia colchonera a cambio de 36,75 millones de euros (35 de su cláusula más el cinco por ciento de los derechos de formación del jugador).
Los 92 goles en 133 partidos con la casaca de los dragones han sido la principal razón para la contratación de un delantero “capaz de resolver con rapidez dentro del área cualquier jugada de ataque. Gracias a su envergadura, va muy bien de cabeza y utiliza de manera indistinta los dos pies para rematar” según el director deportivo, José Luis Pérez Caminero.
En definitiva, la llegada de Jackson Martínez invita a los dirigentes rojiblancos a soñar con repetir el éxito logrado con Falcao dada la etiqueta de rendimiento asegurado con la que Pinto da Costa marca a todas las piezas que pone a la venta en el mercado de Leixoes donde se acercan cada verano los compradores más exigentes de toda Europa.
