Marcelino García Toral. El entrenador asturiano es el eje sobre el que gira todo el entramado futbolístico del Valencia. La aportación del preparador ha supuesto un plus en un club que ha pasado de estar en una profunda crisis a ser uno de los conjuntos del presente curso futbolístico tanto en España como en Europa.
En este sentido, el papel del técnico de Villaviciosa ha supuesto un cambio en la forma de jugar del Valencia, con una clara apuesta por el fútbol de ataque, así como en el crecimiento e importancia dentro del equipo de hombres como Zaza, Rodrigo o Parejo así como de recién llegados como Neto, Gabriel o Guedes.
La importancia de Marcelino también se está notando en el último refuerzo del equipo che en este mercado invernal, Luciano Vietto. El delantero argentino ha llegado cedido procedente del Atlético de Madrid y ha irrumpido con fuerza en los dos primeros partidos.
Así las cosas, Vietto ha caído de pie en el conjunto valencianista al haber dejado buenos minutos en el partido de Liga ante el Girona saliendo desde el banquillo y, sobretodo, el hat-trick cosechado en el triunfo de octavos de final de la Copa del Rey ante Las Palmas (4-1) con golazo desde el medio del campo incluido que permitió al Valencia sellar su pase a cuartos.
Aunque la aportación goleadora de Vietto en dos partidos haya sido sobresaliente, el gol ha sido el principal hándicap para el delantero sudamericano este curso ya que la falta de acierto de cara a puerta en la primera fase del curso llevó a Simeone a abrir la puerta al atacante en este mercado invernal como el propio técnico argentino reconoció. Sobre esta situación, el Cholo afirmó que “es uno de los mejores futbolistas que he tenido en el equipo. No le ha acompañado el gol ni la contundencia en un equipo que no puede esperar”.
Por lo tanto, a Luciano Vietto le tocó buscar minutos fuera y, cuando todo estaba hecho para irse cedido al Sporting de Portugal, apareció en escena el Valencia y Marcelino (que lo había entrenado en el Villarreal) que hizo que el menudo delantero no tuviera dudas de que su sitio estaba en la capital del Turia junto al preparador asturiano.
En este momento y tras el encuentro entre delantero y entrenador, Luciano Vietto tiene ante sí seis meses para volver a ser un jugador importante, para volver a ser un hombre apetecible, para ser de nuevo un goleador. En definitiva, el argentino tiene media temporada para retornar de entre las sombras bajo el tutelaje de su gran valedor; Marcelino García Toral.