Pele fue uno de los primeros jugadores de la historia en romper con las tradiciones futbolísticas al cambiar en 1975 el Santos brasileño por el New York Cosmos. Un exótico proyecto deportivo marcado por el intento de llevar la cultura del futbol a lugares con poca tradición balompédica.
Tras el astro brasileño, otros futbolistas de la talla de Beckenbauer, Cruyff o Best llegaron a Estados Unidos con un objetivo claro: Hacer del soccer un deporte importante en el país americano.
Aun así y, después de años intentando inculcar el amor por el futbol, todos los proyectos de apostar por viejas glorias fracasaron en un país que reniega de todo deporte no creado por ellos mismos.
A pesar de ello, en la actualidad han aparecido nuevos proyectos, encabezados por futbolistas de la talla de Villa, Kaka, Lampard, Raúl o Pirlo, que se han lanzado a reflotar el futbol en Estados Unidos apoyándose en la numerosa parte de la población americana con raíces latinas. De esta forma, el apoyo en la comunidad procedente de Latinoamérica es la gran baza a utilizar en este nuevo intento por instalar definitivamente el soccer en la tierra del béisbol y el fútbol americano.
Una nueva oleada del futbol en norteamericana donde se ha buscado incentivar el interés del aficionado medio con nuevas iniciativas como la de llevar las pretemporadas de los grandes equipos europeos al país del tío Sam. Una propuesta que ha tenido seguimiento por parte del aficionado aunque, dependiendo de la categoría de los contrincantes, esta afluencia de público ha ido variando.
Por otra parte, una de las amenazas para la reimplantación del futbol en EEUU reside en la alta competencia que han encontrado los clubes norteamericanos en los países árabes para hacerse con los últimos días de futbol de las grandes estrellas del balompié.
De esta forma, en el lado de los que buscan el regreso del futbol en Estados Unidos se encuentran el aficionado latino, los clubes futbolísticos, las pretemporadas de los equipos europeos y el regreso de las viejas glorias que deberán enfrentarse con la falta de tradición a este deporte en Estados Unidos, la reticencia yankee a practicar un deporte que no es suyo así como a la amenaza árabe en la caza de jugadores por el regreso del soccer.
Así las cosas, la guerra entre ambas posturas en los próximos años resultará vital para el futuro del fútbol en Estados Unidos. Una segunda oportunidad que precisará de un proyecto con medidas a largo plazo como, posiblemente, el fichaje de estrellas en su mejor nivel físico así como la creación de una liga con un nivel competitivo similar al europeo. Medidas que buscarán que el soccer se haga un hueco en un país donde introducir deportes ajenos es, a día de hoy, un sueño con muy pocos visos de convertirse en realidad.