Carles Puyol. El defensa catalán fue el último gran referente de la zaga del Barcelona antes de ceder el testigo a Gerard Piqué, su compañero en el campo de batalla.
La retirada del “Tarzán de la Pobla” en el verano de 2014 dio paso a una constante adquisición de centrales para intentar suplir el hueco dejado por el gran “5” blaugrana.
De esta forma, desde la temporada 2014-15 el Barcelona ha reforzado su zona central de la defensa con jugadores solicitados por los técnicos que iban pasando por la zona azulgrana de la ciudad condal.
Unas peticiones que llevaron al conjunto catalán a futbolistas como Thomas Vermaelen, Jérémy Mathieu o Alexandre Song. Futbolistas todos ellos que no alcanzaron el nivel exigido provocando que el único que se ganará el puesto de acompañante de Piqué fuera el argentino Javier Mascherano. Un jugador que ya estaba en la plantilla y que la adquisición de dicha posición por su parte fue curiosa ya que el medio centro defensivo sudamericano fue reconvertido a central por Guardiola.
Así las cosas y, a pesar de seguir siendo Mascherano un fijo en el once y contar en el banquillo con el galo Samuel Umtiti, Ernesto Valverde (nuevo entrenador del Barcelona) ha pedido al club catalán un central que anhela desde su etapa en el Athletic de Bilbao: el defensor vasco de la Real Sociedad Iñigo Martínez.
En el apartado futbolístico, el jugador guipuzcoano reúne condiciones suficientes para dar el salto a un grande: es joven, tiene talento para sacar el balón jugado desde atrás, cuenta con un buen disparo a balón parado y aporta seguridad defensiva.
De esta forma, las cualidades de Iñigo Martínez le convierten en el candidato ideal para acompañar a Piqué en el centro de la zaga y dar descanso a Javier Mascherano.
Por otra parte, su llegada se produciría tras la venta de Neymar al PSG que permite al Barcelona contar con dinero fresco que le permitirá pagar la cláusula del defensa vasco (32 millones de euros).
En definitiva, Iñigo Martínez podría llegar proximamente a la ciudad condal con un objetivo doble: aportar seguridad defensiva y ganarse el puesto de ser un digno sucesor de Carles Puyol. Un reto al que se enfrentará el central vasco con dos importantes armas: juventud y talento.