Torres o Gameiro, esa es la cuestión

El puesto de 9 en el Atlético de Madrid ha sido uno de los grandes dilemas que ha tenido el Cholo Simeone desde la marcha de Diego Costa al Chelsea inglés en el verano de 2014. El delantero hispano brasileño ha sido el mejor referente del ataque que ha tenido el técnico argentino desde su estancia como entrenador en el club rojiblanco. En este sentido, el único jugador que ha estado cerca de este status ha sido el colombiano Radamel Falcao al que Costa sustituyó como hombre gol (había sido previamente su compañero en la delantera) tras la marcha del cafetero al Mónaco.

Sin embargo, Diego Costa únicamente estuvo una temporada como 9 de referencia de los colchoneros (la temporada 2013-14 en la que se ganó la liga) tras la que decidió seguir su periplo como goleador en el Chelsea. En ese momento, el club rojiblanco decidió firmar a un joven Antoine Griezmann procedente de la Real Sociedad que fue moldeado por Simeone hasta ser el buque insignia del equipo colchonero y el único futbolista indiscutible para el preparador argentino.

A pesar del gran rendimiento ofrecido por Griezmann, el francés nunca ha sido un 9 puro dado que ha sido un atacante con libertad de movimientos que rinde mejor acompañado por un delantero de referencia a su lado. En este sentido y, para ocupar dicha posición, el Atlético de Madrid ha firmado, tras la marcha de Costa a Inglaterra, a un hombre-gol cada temporada con el objetivo de hacer olvidar a Simeone la aportación del mejor 9 que ha tenido. De esta forma llegaron jugadores como Mario Mandžukić (que llegó el mismo verano que Griezmann), Jackson Martínez, Luciano Vietto, Fernando Torres o Kevin Gameiro aunque ninguno de ellos ha sido capaz de cubrir el vacío dejado por el hispano brasileño en el corazón futbolero del técnico argentino.

Aun así, de todos ellos los que mejor rendimiento han ofrecido han sido el español Fernando Torres y el francés Kevin Gameiro. Ambos futbolistas son las piezas que posee actualmente Simeone para ser el acompañante de Griezmann. Ante esta situación, el entrenador argentino se encuentra en un dilema semejante al “ser o no ser” de Hamlet ya que este curso se encuentra en un proceso permanente de indecisión y duda sobre quién debe ocupar dicha posición.

Así las cosas, si centramos la lupa para analizar las opciones de Fernando Torres, el delantero madrileño cuenta a su favor con el hecho de que es uno de los jugadores de la historia del club más queridos por la hinchada rojiblanca. Prueba de ello fue su vuelta en el mercado invernal de 2015 cuando su carrera estaba en plena decadencia. Desde ese momento, Simeone supo reavivar la chispa futbolística del español quien, por ejemplo, se ganó su renovación el curso pasado anotando 12 goles en 44 partidos y realizando una gran segunda vuelta que le permitió seguir en las quinielas por el puesto de 9 para este curso. Una campaña la presente en la que ha realizado grandes actuaciones en diversos encuentros como ante el Leganés o el Celta de Vigo.

En cuanto al caso de Kevin Gameiro, el francés fue fichado del Sevilla este verano con el objetivo de que fuese el delantero referencia del equipo tras los fiascos con otros jugadores en temporadas anteriores. El atacante galo tuvo en el inicio de la misma un complicado proceso de adaptación que parece haber superado ya que actualmente se encuentra en un gran momento de forma como demostró el pasado fin de semana con su hat-trick al Sporting de Gijón en tan sólo 4:45 minutos (el segundo más rápido de la liga a solo doce segundos del record de Bebeto en 1995 ante el Albacete).

Por otra parte y si analizamos ambos futbolistas por su contribución, a favor de Torres cuenta con su gran derroche físico a lo largo del encuentro y que es un futbolista capaz de abrir espacios en las defensas rivales con su punta de velocidad y su permanente trabajo de desmarque. En cuanto a la parte positiva de Gameiro, el francés cuenta a su favor con el hecho de que aúna una gran velocidad y técnica, que le permiten resolver rápidamente situaciones difíciles en espacios reducidos, así como su perfecto entendimiento futbolístico con la otra pieza del ataque, Antoine Griezmann. En el lado negativo, ambos futbolistas tienen un único gran inconveniente en común, los dos son delanteros que este curso no han dado aún un golpe sobre la mesa para erigirse como el 9 del equipo.

Por lo tanto, ante las características y situación de ambos jugadores, el Cholo Simeone continúa como Hamlet por los pasillos del Calderón con su permanente dilema: “Torres o Gameiro, esa es la cuestión”. Una transcendental decisión que debe resolver este curso el técnico argentino que sigue sin poder olvidar los tranquilos días que le daba Diego Costa, el único 9 que conquistó de verdad su corazón futbolero.