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El Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone puede sentirse satisfecho tras el sorteo de los octavos de final de la Champions. Al conjunto madrileño le ha caído en gracia el Milán italiano, un equipo que ya no es ni la sombra de aquel Milán que asustaba en el viejo continente de la mano de un técnico italiano que estuvo en la ribera del Manzanares, de Arrigo Sachi.
La crisis de fútbol y de resultados es una situación en la que está estancado el conjunto rossonero desde hace varias temporadas cuando la fuga de sus grandes hombres como Maldini,Shevchenko , Seedorf o Pirlo no se supieron por otros jugadores de calidad.
Este elemento condenó al equipo de Silvio Berlusconi al ostracismo futbolístico donde difícilmente suele pasar en Europa la barrera de los octavos de final y donde en Italia actualmente está instalado en la mitad de la tabla muy lejos de la tercera posición alcanzada la pasada campaña gracias a la aportación de su estrella Mario Balotelli, fichado ese verano del Manchester City.
Si, Súper Mario es el referente de un previsible y poco intenso Milán cuenta con el regreso del hijo pródigo, la vuelta de caca como su mejor fichaje de este verano. Un Kaka que aunque se encuentra a buen nivel está lejos de aquel jugador que deslumbró a Italia y al mundo en su primera etapa en la ciudad de la moda.
Máximo Allegri no ha sabido dar con la tecla que le dé un salto de calidad e intensidad en el juego a este Milán en las varias temporadas en las que lleva sentado en el banquillo. Los fichajes de jugadores como Rami que podrá jugar ante el Atlético resultan ineficaces para cambiar el estilo del equipo. El otro jugador fichado en el mercado de invierno, el nipón Honda no podrá jugar con los italianos al haberlo hecho ya con el CSKA de Moscú.
Muy poca intensidad es lo que trasmite el conjunto italiano frente a la raza, la lucha y el buen juego que está desplegando el club rojiblanco de la mano del Cholo Simeone. Estas diferencias se antojan importantísimas en el desenlace de la eliminatoria donde los madrileños son favoritos.
Analizando y metiendo el bisturí en el juego y el esquema del Milán, el conjunto de Allegri forma con un 4-3-3. La portería está defendida por un viejo conocido de la hinchada rojiblanca, el italiano Christian Abbiati que ya jugó en el atlético de Madrid defiende la portería rosonera desde la marcha del brasileño Dida. La defensa la forma cuatro hombres cuyo eje central lo forman el francés Mexes y el colombiano Zapata el cual es posible que pierda el puesto en beneficio del también francés Adil Ramí. Las bandas los ocupan dos hombres italianos y jóvenes como son Abate y De Siglio.
El centro del campo carece de calidad tras la marcha de Andrea Pirlo hace ya varias temporadas con destino Turín. Su puesto lo ha ocupado Montolivo pero su aportación creativa está lejos del 21. Los lugartenientes del ex de la Fiorentina son dos perros de presa y jugadores con un gran fondo físico como son el ghanes Muntari y el holandés De Jong. La aportación ofensiva y de enlace entre la defensa y el ataque está destinada al mediapunta brasileño Kaka que , a pesar del buen momento en el que está, partiendo desde la banda y convierto el teórico 4-3-1-2 en un 4-3-3, se encuentra lejos del nivel ofrecido en su primera etapa y lejos del riesgo europeo ya que el italiano le encaja más en estos momentos de declive de su carrera.
Arriba, las aspiraciones goleadoras del equipo pasan por MarioBalotelli que es el jugador capaz de cambiar el signo de la suerte del Milán en los partidos como ya hiciera la pasada campaña cuando metió y in extremis al Milán en la Champions cuando nadie esperaba dicha situación. Al díscolo delantero italiano lo acompañan otros dos atacantes tras alpinos como son El Shaarawy, el jugador de origen egipcio que tras recuperarse de su lesión vuelve al 11 del Milan, o el ex juventino Alexandro Matri que fue uno de los fichajes más importantes del Milán el pasado verano.
En definitiva, el Milán actual y previsiblemente el que se encuentre el atlético en febrero es un equipo muy poco intenso y con poca capacidad de creación y elaboración de juego así como capacidad para sobreponerse al conjunto de Simeone. Por ello, los rojiblancos no deberían de tener problema alguno para deshacerse de los italianos y seguir avanzando hacia los cuartos de final donde estarán los ocho mejores equipos de Europa.
