23 de enero de 2014, CSKA Moscu 85 – 71 Real Madrid. Esta fecha y este partido pasarán a la historia del baloncesto europeo y de la del Real Madrid porque se pone fin a la racha de 31 partidos invictos del equipo dirigido por Pablo Laso esta temporada.
El elegido para derribar por primera vez al conjunto blanco y no dejarle a alcanzar la racha de 34 triunfos del Joventud fue un CSKA de Moscú que es una de las pocas amenazas de los blancos en Euroliga.
Una derrota en la que el Real Madrid ha transmitido una imagen similar a la que daban la mayoría de los conjuntos a los que se ha enfrentado desde que empezó la temporada, debilidad defensiva y falta de acierto de cara al aro.
Si, ahí ha estado la clave y la diferencia de la victoria moscovita sobre los madrileños. El conjunto dirigido por Ettore Messina ha sido un conjunto sólido en defensa y con una gran cantidad de acierto sobre el aro blanco.
Por su parte, los de Pablo laso han estado lejos de meterse en el partido durante toda la primera parte donde se han ido hasta los 19 puntos de desventaja. Sin embargo, tímidas actuaciones como la de Sergio Rodríguez o Rudy Fernández han hecho mantenerle a una distancia salvable.
Tras el descanso el Real Madrid ha cambiado el chip y ha entrado a la cancha consciente de que tenía que morder a su rival para reducir dicha diferencia. Esta situación se ha dado durante el tercer cuarto donde el porcentaje de acierto, que había sido esquivo al equipo durante el partido, aumentaba considerablemente llegando a reducir la diferencia por debajo de la decena.
Ha sido un espejismo ya que los rusos pronto se han recompuesto para marcar su territorio, tanto defensivo como ofensivo, para volver a encabezar el partido y condenar a los blancos a recibir su primer correctivo, su primera derrota.
A algo más de cinco minutos para el cierre del partido dos triples consecutivos de Vitaly Fridzon y Vladimir Micov obligaban al Real Madrid a asimilar dicha derrota.
Esta derrota ha estado cimentada en una mala defensa y un pésimo acierto de cara al aro. Sin embargo, en este traspiés se ha visto que el Real Madrid es capaz hasta en los peores momentos de mantenerse en el partido por lo que, a priori, la recuperación de dicha derrota debe ser inmediata.
Antes del partido había muchas voces que opinaban que sería mejor perder ahora antes de pecar de confianza y hacerlo en la copa del Rey. Tengan o no razón lo que está claro es que cada día que pasa el Real Madrid es más consciente de su juego espectacular y de sus resultados llevándolo a considerarse hasta favorito para ganar la Euroliga como ya aseguró su capitán Felipe Reyes.
En conclusión, este traspiés no debe suponer un punto de inflexión en la temporada blanca, los de Laso deben aprender de sus errores para seguir asombrando al mundo de la canasta y hacerse dueños de todos los trofeos tanto nacionales como europeos siendo sólo una mala noche la causante de que éstos no lleguen.