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El Mónaco se verá las caras con la Juventus con el objetivo de volver a dar la campanada
El Mónaco, el rival más débil sobre el papel, se enfrentará en cuartos de final con la Juventus de Turín con la intención de “matar” otro grande como ya hizo en la ronda anterior con el Arsenal.
El logro de dicha gesta está puesto en duda debido a que la empresa es más una quimera que un sueño. Un objetivo que parece irreal dado que la competitividad que imprime el conjunto italiano en sus enfrentamientos es mucho mayor que la del equipo inglés.
De esta forma, la gran baza a la que se agarran los monegascos será la de ser un equipo correoso, expeditivo en defensa que genere pocos huecos así como aprovechar las contras que le aparezcan en el horizonte.
Por su parte, los transalpinos han dotado, tras muchas temporadas, a su plantilla del nivel y la exigencia que precisa una escuadra de su categoría e historia en Europa. Por ello y, dado el resultado del sorteo, el ser semifinalista se antoja más una obligación que una posibilidad tras muchos años de espera.
Sin embargo, el gran contratiempo que tendrá la Juventus para dicho enfrentamiento está en la baja por lesión de uno de sus mejores jugadores: Paul Pogba que estará lesionado alrededor de 50 días.
De esta manera, las esperanzas transalpinas es están ligadas al liderazgo, una vez más, de Carlos Tévez que estará resguardado por los españoles Llorente y Morata en ataque además de un centro del campo con mucho nivel (Vidal y Marchisio) liderado por Andrea Pirlo. Por si esto fuera poco, el equipo italiano tiene una fuerte defensa liderada bajo los palos por el gran Gianluigi Buffon.
Así las cosas y, dadas las ganas de la Juventus por volver a estar entre los cuatro mejores del viejo continente, el Mónaco tiene ante sí el reto de escalar una montaña cuya llegada a la cima es más una quimera y una opción real de acabar la eliminatoria con vida.
