Que el mercado de fichajes cada día esta mas loco es una realidad. La adquisición de estrellas del planeta fútbol por precios desorbitados esta instalado actualmente como la situación más normal en las transacciones futbolísticas.
Sin embargo, en la actualidad, el mundo del balompié esta viviendo un nuevo giro en asuntos financieros: Defensas a precio de delanteros, el último terremoto del mercado de fichajes.
De esta forma, el último seísmo del mercado de fichajes ha tenido su epicentro en la parcela defensiva de los grandes clubes quienes buscan reforzar sus retaguardias con los mejores jugadores aun pagando sumas astronómicas por sus traspasos, algo impensable no hace muchos años.
La llegada del defensa central del Ajax, Matthijs de Ligt, una de las sensaciones del pasado curso futbolístico, a la Juventus de Turín a cambio de 75 millones de euros es el último ejemplo del fenómeno sísmico que adolece el mundo del fútbol.
Aun así, la contratación de De Ligt, a pesar de las altas cifras, se ha convertido en un fichaje más para las retaguardias de los grandes clubes ya que, económicamente hablando, el precio de la compra del holandés por la Juve es inferior al pagado por el Bayern este verano para adquirir a Lucas Hernández (80 millones, la cláusula de rescisión).
En este mercado estival, los fichajes de defensores por grandes sumas se están convirtiendo en un habitual como refrendan, amén de las contrataciones de Matthijs de Ligt y Lucas Hernández, las contrataciones de Aaron Wan-Bissaka por el Manchester United o Éder Militão y Ferland Mendy por el Real Madrid (con unos precios de traspasos que van desde los 55 a los 48 millones de euros) y que forman parte, todos ellos, del top ten histórico en el mercado defensivo.👇
Centrándonos en los fichajes de Matthijs de Ligt y Lucas Hernández, como adquisiciones top para la retaguardia este verano, el mundo de los defensas se prepara para vivir un nuevo seísmo de magnitudes históricas en el apartado financiero del actual mercado ya que, próximamente, se espera que la guerra entre el Manchester City y el Manchester United por fichar a Harry Maguirre instale en unos históricos 100 millones, previsiblemente, el techo de gasto pagado por un defensor.
Con este panorama futuro, en lo que al posible valor del actual defensor del Leicester se refiere, Maguirre desbancará presumiblemente este verano a Virgil Van Dijk del podio que le sitúa actualmente como el defensa más caro de la historia (el Liverpool pagó al Souhampton 85 millones por su fichaje en enero de 2018).
Las enormes magnitudes de los movimientos sísmicos en el fichaje de defensores que vive el fútbol actual era algo que se hacía prever desde hace un lustro tras haberse evidenciado constantes terremotos (elevados traspasos) en las retaguardias de los grandes clubes europeos.
En este sentido, el Manchester City se ha consolidado a lo largo de los últimos años como el rey de la adquisición de defensores subiendo, prácticamente, el listón cada verano como evidencian las contrataciones de Mangala (verano 2015, 45 millones), Otamendi (verano 2016, 45 millones), John Stones (verano 2017, 55,6 millones), Kyle Walker, Benjamin Mendy y Aymeric Laporte (verano 2018, 52,57,5 y 65 millones respectivamente). Un coloso inglés que puede aumentar su listón este verano si gana la pugna al United por Harry Maguirre.
Italia e Inglaterra, los pioneros
Grandes sumas de dinero pagadas por zagueros que se ha instalado como algo natural en los últimos años y que tuvo, prácticamente, su origen casi dos décadas atrás en Italia e Inglaterra por cuestiones diversas; en el Calcio originadapor la filosofía futbolística basada en la fortaleza defensiva mientras que en la Premier League propiciada por el alto nivel adquisitivo de los clubes en la competición.
Poniendo rostro a ese cambio de tendencia originada en Inglaterra e Italia, esta situación se evidencia en los fichajes, por ejemplo, de Lilian Thuram (Juventus, 41,5 millones, verano 2002), Alessandro Nesta (Milan, 30,9 millones, verano 2002), Rio Ferdinand (Manchester United, 46 millones, verano 2003), Ricardo Carvalho (Chelsea, 30 millones, verano 2004).
Cantidades que, a día de hoy, parecen normales e incluso “gangas” de mercado pero que por aquel entonces supusieron un hito en las transacciones de defensores y que fueron los pioneros estelares de un bazar de zagueros que, dos décadas después, continúa viviendo terremotos cada verano, cada cual, de mayor magnitud, con la incertidumbre de saber donde se situará el límite de las escalas de dichas magnitudes.
En definitiva, la locura del mercado de defensores pone en evidencia una realidad futbolística donde la planificación deportiva se esta viendo suplantada por el dinero como la verdadera estrategia para alcanzar el éxito desde los cimientos del once titular de cada equipo.